No fue sólo Rosario R.F., su mujer, quien dio a "El Chicle" la coartada que precisaba para la noche en que desapareció Diana Quer. Abuín consiguió convencer también a sus cuñados, una hermana de su esposa y su marido, de que tenían que ayudarle. Les pidió que si la Guardia Civil les interrogaba dijeran que habían salido los cuatro juntos aquella noche de las fiestas de A Pobra, pues como tenía antecedentes por la violación de su cuñada en 2005 (aunque aquello quedó en nada y ni siquiera fue a juicio) y una condena suspensa por narcotráfico, el hecho de ser sospechosos en el caso podría llevarle a prisión.

Los responsables de la Guardia Civil sostienen que ni la mujer ni los cuñados de Abuín Gey tenían la más mínima sospecha de que en realidad estuviera relacionado con la desaparición de Diana Quer.

La primera en tumbar la coartada de su marido fue Rosario. Si en noviembre de 2016 aseguró que estuvo con él robando gasoil la noche de la desaparición de la joven madrileña, la posibilidad de que la consideraran coautora del crimen tras ser detenida el viernes pasado con "El Chicle", la llevó a negar haber estado juntos aquel día. Lo mismo hicieron sus cuñados. Le dejaron sólo y Abuín se derrumbó y confesó donde estaba el cuerpo.