Un drama social que antes apenas existía y que ahora se manifiesta de forma cada vez más alarmante. El de las personas mayores o enfermas que fallecen en soledad en sus domicilios pasando días e incluso semanas hasta que se descubre el cadáver. Un caso especialmente sobrecogedor acaba de ocurrir en Vigo, donde, en su piso de la calle Torrecedeira, fue hallado muerto un vecino de 67 años. La última vez que lo vieron en la zona fue a finales de octubre y la investigación ha determinado que llevaba aproximadamente un mes y medio fallecido. Murió por causas naturales. El hombre, J. J. S., viudo y con dos hijos afincados fuera de Galicia, vivía solo. "Era un buen hombre, lo solíamos ver por la calle, en el supermercado, en algún bar del barrio tomando algo...", lamentan los vecinos, que destacan también la devoción que tenía por el Cristo de la Victoria. De hecho, era costalero y, excepto en el último año por problemas de salud, agosto tras agosto estaba entre los que portaban la imagen en la multitudinaria procesión religiosa.

El hallazgo se producía el miércoles por la noche. J.J.S. vivía en un piso de Torrecedeira, donde hay más de 80 viviendas. Fue uno de sus hijos el que, al llevar tiempo sin poder contactar con su padre, acudió hasta allí junto a un familiar que disponía de llaves ya que, al parecer, había vivido hacía un tiempo con el sexagenario. Una vez dentro de la casa, el hombre fue encontrado muerto. De las diligencias se hizo cargo el Juzgado de Instrucción 1 de Vigo, en funciones de guardia. Tras el hallazgo, hasta el lugar acudieron una patrulla policial y un furgón funerario, que trasladó el cuerpo para la práctica de la autopsia, que se realizó ayer.

La investigación apunta a que este hombre habría fallecido a finales de octubre, lo que coincide con las fechas en las que vecinos de su edificio recuerdan haberlo visto por última vez. Falleció por causas naturales. Padecía una severa patología cardíaca de la que había sido operado hacía menos de un año.

"Avisamos a la Policía"

La muerte de este sexagenario causó consternación en la zona. "Lo recuerdo aquí toda la vida", dice una vecina del edificio, que señala que el hombre vivió con su madre hasta que esta mujer falleció y que "durante una temporada" estuvo con él un familiar. "La última vez que me lo encontré fue a finales de octubre, con la compra", concreta otro residente, que agrega que, pasados unos días, una vecina le comentó que "notaba en falta" a J.S., motivo por el cual, debido a la preocupación por si le había ocurrido algo, decidieron llamar a la Policía. "Fue hace más o menos un mes", señala, añadiendo que la respuesta que recibieron es que si no había ningún signo o indicio de que le había ocurrido algo en la casa "no podían entrar". "Después alguien dijo que estaba en casa de un amigo o un familiar, y pensamos que así era", comenta consternado.

En la jornada de hoy, tras un acto litúrgico a las 16.30 horas en la capilla del tanatorio Vigomemorial, será incinerado.