El Alto Tribunal anula los 10 años de cárcel y los 200 millones de multa impuestos por la Audiencia de Pontevedra al gerente del astillero donde se construían las lanchas del clan Roma. No considera probado que Jorge Lorenzo supiera que el fin de las lanzaderas era la descarga de grandes alijos de cocaína.

El gerente de Vianapesca, el astillero luso intervenido a la organización, sale absuelto al estimarse su recurso. El Alto Tribunal condena, en el mismo auto, a 5 años de prisión a Samuel Gómez y fija dos multas de cien millones cada una.

El Supremo desestima el resto de alegaciones de los condenados.