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Sentencia de la Audiencia Nacional seis años después

Seis meses de cárcel y 300.000 euros de multa por un alijo de tabaco interceptado en Vigo

Las 200.000 cajetillas entraron por Cádiz en un contenedor y viajaron por carretera a la ciudad olívica en 2011-La única mujer del grupo, absuelta de tráfico de coca en Tarragona

Una vecina de Vigo, María José L.S., un vecino de Ourense y dos andaluces se han confesado en la Audiencia Nacional autores de un delito de contrabando de tabaco, 200.000 cajetillas valoradas en unos 600.000 euros, que entraron por un contenedor en Cádiz y fueron intervenidas en un polígono industrial de Vigo, a donde llegaron en un camión, en 2011. Han aceptado penas de 6 meses de prisión y multas de 300.000 euros cada uno, a la vez que deberán indemnizar conjunta y solidariamente a la Administración Tributaria en 600.000 euros. La Fiscalía, que inicialmente solicitaba varios años de prisión para cada uno de los acusados, aplicó las atenuantes de confesión tardía y dilaciones indebidas.

El tribunal absuelve también, por falta de pruebas, a la vecina de Vigo que afrontaba diez años de prisión y multa de 27,9 millones de euros por la introducción de 214 kilos de cocaína en dos contenedor que entraron por Tarragona entre melocotones en conserva procedentes de Panamá, exportados por Frutas Exóticas del Oeste SA, que se habían cargado en Cartagena (Colombia) siendo la empresa importadora Dunamarga LDA, sociedad de Portugal para la que trabajaba la acusada.

Los cuatro procesados, Luis Miguel L.F., María José L.S., Antonio L.G. y Francisco Jesús S.M. se concertaron para importar el tabaco sin presentarlo en las oficinas de Aduanas. El comprador era Antonio L.G., mientras que Francisco Jesús subió el camión con el alijo de Cádiz a Vigo.

El tabaco entró oculto en un cargamento legal de bragas, combinaciones y enaguas, camisones y pijamas en un contenedor procedente de Kuwait por el puerto de Algeciras, si bien en una parada previa en Valencia las fuerzas de seguridad, que seguían los pasos al grupo, localizaron el alijon y se realizó una entrega controlada.

El 24 de marzo de 2011 el contenedor salió del puerto Bahía de Cádiz, vigilado por agentes de la Guardia Civil y del servicio de Vigilancia Aduanera hasta la sede de una empresa de transportes en el polígono industrial de Valladares en Vigo.

Al día siguiente María José, recogió a sus otros dos socios, que pernoctaban en un hotel de la ciudad, y se trasladaron a la nave donde se encontraba el contenedor. Pero la mujer reconoció a dos funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera y abandonó el lugar, avisando al resto, sin hacerse cargo de la mercancía. En cuanto a la cocaína entre melocotones, la Audiencia Nacional no ve pruebas de que participase en el despacho o recepción de dichos contenedores con la empresa lusa en la que trabjaba en Vigo.

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