Actuó bajo coacciones y amenazas. Esta es la versión que mantiene el vigués de 32 años interceptado el pasado mes de febrero al volante de una furgoneta cargada con 100 kilos de hachís y que protagonizó una persecución policial desde la autovía Vigo-Tui a Portugal, hasta que fue detenido en Monçao con ayuda de la GNR. El alijo de bellotas de hachís, de gran pureza, iba escondido bajo los asientos y su valor en el mercado negro sería de 600.000 euros.

El joven, en prisión provisional en el centro penitenciario de A Lama desde su detención, ha solicitado su excarcelación, en principio sin mucho éxito. En el recurso, su abogado expone que el conductor de la furgoneta que venía del sur de España con la droga "sufrió coacciones y amenazas constantes para que participase en los hechos objeto de investigación".

El Juzgado de Instrucción 1 de Redondela, que lleva la investigación, denegó su libertad, y en octubre la Audiencia daba la razón al juez y ratificaba la permanencia en prisión. Y es que la sala entiende que "no existe ninguna prueba en el testimonio remitido de las posibles coacciones o amenazas que habría denunciado, pues durante todo este periodo no consta que las hubiera puesto de relieve".

Es más, el auto recoge que se imputa al joven su participación en una trama tendente a introducir en Galicia una importante cantidad de hachís, y que en concreto era el conductor de la furgoneta donde se ocultaba el alijo. Considera por tanto la Audiencia que "hay indicios suficientes de la posible comisión de dos hechos que pudieran ser constitutivos de tráfico de drogas, así como su vinculación con el entramado que se encargaba de realizarlo y que ha llevado a su vinculación con una organización criminal".

Buscan a otro vigués

Dadas las penas que podrían imponérsele en caso de ser condenado, el tribunal considera que existe riesgo de fuga. La sala sostiene también que, con la medida de prisión provisional, se evita "el riesgo de que el imputado cometa otros hechos delictivos", pues "se le ha podido relacionar con diversas personas vinculadas con operaciones de tráfico de drogas a lo largo del tiempo y con diversos viajes realizados al sur de España con tal finalidad".

El auto incide en que el presunto cabecilla del grupo, un vecino de Cabral que logró eludir el cerco policial, no ha podido ser detenido todavía. En la operación policial fueron detenidas, además del conductor de la furgoneta, otras tres personas en el sur de la provincia de Pontevedra.