La Sección Quinta de la Audiencia con sede en Vigo ha ratificado la orden de expulsión durante 5 años dictada por el Juzgado de lo Penal 3 contra un ciudadano senegalés que pretendía casarse con una viguesa, para lo que utilizó documentación falsa. El hombre llegó a España como patrón de una patera ilegal en 2008 y fue condenado a 3 años de prisión en 2010. Al salir de la cárcel, se ocultó en la ciudad olívica bajo otro nombre, para evitar la expulsión de 10 años impuesta en la misma sentencia que le condenó por tráfico ilegal de personas. La Policía Nacional le descubrió cuando aportó los papeles para su boda con una viguesa.
La sentencia considera probado que el ciudadano senegalés que usa otras tres filiaciones distintas, tenía un decreto de expulsión del territorio español desde el 16 de febrero de 2010, pero en 2014 decidió casarse con una viguesa, para lograr la residencia, por lo que "guiado por el ánimo de faltar a la verdad e inducir a error" se identificó ante los funcionarios, tanto del registro de Parejas de Hecho de la provincia de Pontevedra cm en el registro Civil de Vigo, con un pasaporte auténtico expedid por las autoridades senegalesas en España, pero con una filiación distinta a la suya.
Mediante dicho pasaporte, según el fallo judicial, logró constituirse como pareja de hecho y pretendía contraer matrimonio civil en Vigo, para lo que aportó un certificado de nacimiento y un certificado de celibato senegaleses en los que se había hecho constar también la identidad y la fecha de nacimiento ficticias coincidentes con el pasaporte anterior "todo ello para eludir su orden de expulsión de territorio nacional y ocultar la existencia a su nombre de antecedentes penales".
El ciudadano senegalés se inscribió con los documentos falsos como pareja de hecho de una viguesa el 27 de febrero de 2014, con lo que logró la autorización de residencia temporal de familiar de ciudadano de la UE . Un mes después agentes de extranjera de la Comisaría viguesa acudieron al supuesto domicilio de la pareja, para comprobar la convivencia, entonces saltó la ilegalidad.
Allí un joven le indica que el ciudadano senegalés no reside en la vivienda, ya que conviven el joven, su madre, su hermano, un abuelo y una tía, y que el hombre por el que preguntan es amigo de su madre y los visita de vez en cuando. Días después los agentes vuelven, pero el senegalés tampoco está. No encuentran en el domicilio fotos de la pareja y en el dormitorio sólo hay objetos personales de la mujer y un par de zapatos de hombre.
La investigación permitió desvelar su verdadera identidad, que se trata de un no residente legalmente en España al que le consta decreto de expulsión durante 10 años por infracción de Ley de Extranjería. Juzgado en Penal 3 de Vigo por el delito de falsedad documental, fue condenado a 1 año y 9 meses de prisión y multa. Si bien la magistrada ordeno que se sustituyera la cárcel por la expulsión de España durante 5 años y para garatizarla que se le internara en un centro de Extranjería.Aunque la sentencia ha sido confirmada hace unas semanas por la Audiencia, no es firme pues el afectado ha presentado recurso ante el Supremo, lo que suspende su expulsión hasta que se pronuncie dicho tribunal. Mientras tanto seguirá en libertad. Casi diez años después de su primera expulsión, ésta no ha llegado a materializarse.
