La violencia machista se ha llevado por delante la vida de 917 mujeres en los últimos catorce años, la última ayer en Vinaroz (Castellón), que eleva a 45 las víctimas mortales este 2017, un año que arroja además la cifra más escalofriante de menores asesinados: 8, con lo que son ya 23. El último crimen machista, perpetrado a las puertas del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra hoy, tuvo lugar a primeras horas de la mañana. Un hombre de unos 40 años mataba con un arma de fuego a su expareja en Vinaroz y después se suicidaba pegándose un tiro.

Marcel K., de unos 40 años, viajó directamente desde Alemania hasta Vinaroz con un único objetivo: acabar con la vida de su expareja que residía en este municipio castellonense. Y lo consiguió.

Ayer por la mañana, sobre las 7.20 horas, el hombre efectuó cinco disparos en el jardín de la vivienda en la que residía la víctima, Katherine W. en la calle Canya: dos disparos impactaron en el suelo, uno en una puerta y otro en la cabeza de la víctima. El quinto y último disparo lo empleó para quitarse la vida. Así lo explicaron ayer fuentes cercanas a la investigación, las cuales precisaron que el presunto asesino había llegado a Vinaroz tras conducir directamente desde Alemania, su país de procedencia y el mismo que el de Katherine, la víctima. Las mismas fuentes explicaron que el hombre se aproximó a la parcela en la que están situadas la vivienda de la víctima, de 35 años, la de su madre y la de su hermana, que comparten jardín, poco después de las siete de la mañana.

Al llegar allí saltó la valla perimetral y comenzó una fuerte discusión con su expareja. Fue la hermana de la víctima la que escuchó los gritos y la que se encargó de avisar a la Guardia Civil de lo que estaba sucediendo.

Uno de los vecinos de la zona, Alfonso Borrás, relató que "a las siete, más o menos, mi hijo ha escuchado disparos, pero como por aquí se oyen los disparos de los cazadores no ha hecho mucho caso, aunque era temprano. Después nos hemos enterado de lo sucedido al ver a la policía y ambulancias".

Tras el aviso por parte de la hermana de la víctima, hasta el lugar de los hechos acudió la Guardia Civil y comprobó que ambos habían fallecido. Los cadáveres fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense pasadas las 12.20 horas, tras la correspondiente orden judicial.

Además del furgón fúnebre que trasladó los cuerpos, también acudió a la zona la grúa municipal que se encargó de retirar el vehículo del presunto asesino, el cual estaba estacionado a unos 200 metros de la vivienda donde se produjo el crimen. Sobre las 14.30 horas, un hombre y una mujer ya pudieron acceder a la parcela para recoger varias mascotas que se encontraban en las dos casa familiares continuas a la de la víctima. La autopsia determinarási la mujer estaba embarazada.

La calle Canya, donde tuvo lugar el crimen, forma parte de un área residencial de este municipio de la comarca del Baix Maestrat, con chalets propiedad en su mayoría de extranjeros, y en la que durante toda la mañana permanecieron unidades de la Guardia Civil y de la Policía Local.

El vecino de la zona, Alfonso Borrás, explicó que es un lugar tranquilo: "En invierno aquí no vive casi nadie, una gran parte de los chalets están vacíos ya que sus propietarios son alemanes franceses u holandeses". Por último, Borrás comentó que había visto en alguna ocasión a esta pareja, aunque últimamente no.