Una adolescente de 16 años fue condenada ayer a cadena perpetua por un tribunal de Leeds, Reino Unido, por haber matado a Katie Rough, una niña de 6 años, en un parque de York en 2016. Es la máxima pena que un menor puede recibir en Reino Unido. La adolescente, que tenía 15 años, mató a Katie después de asfixiarla y provocarla cortes en el cuello y en el pecho con un cúter. La niña fue encontrada con graves lesiones y murió en el hospital.