La Audiencia viguesa condenó a 2 años de prisión, 1.260 euros de multa y 245.000 de indemnización por apropiación indebida de dicha cantidad en la liquidación definitiva de una sociedad. Según se recoge en el fallo, los dueños legales del dinero se lo reclamaron en múltiples ocasiones dándole el acusado "excusas sin que llegara a abonarle cantidad alguna".