Frío, sin ningún tipo de arrepentimiento y con una imagen cambiada por el paso de los años. Así se ha sentado delante de las cámaras de Discovery Max el murciano José Rabadán, conocido como ´el asesino de la catana´. Diecisiete años después de haber matado con una espada samurái a sus padres y a su hermana de 9 años en el barrio de Santiago El Mayor muestra su reinserción en la sociedad, trabajando como bróker de bolsa, casado y con una hija.

Rabadán da la cara por primera vez y recuerda cómo fue el crimen que cometió en el 2000, con 16 años, y que conmocionó a la Región de Murcia y a toda España y en el que hace un repaso reviviendo cada momento como si fuera hoy. El documental, que fue presentado ayer en un céntrico hotel de Madrid y en el que se visionó el primero de los episodios, será emitido en dos entregas los próximos días 29 y 30 de noviembre a las 22.30 horas en el canal DMAX y recoge imágenes inéditas del interior de la vivienda con los restos de sangre de haber arrastrado los cuerpos de su padre y su hermana hasta el baño.

Declaraciones de Rabadán

Sobre su madre

"Mi madre era una persona muy especial. Ella y mi padre vivieron una historia de amor con obstáculos. Era sencilla, agradable. Mi madre siempre ha sido mi escudo frente a mi padre".

Sobre su padre

"Mi padre fue boxeador, un hombre que me imponía mucho. Era un hombre autoritario. Cuando me agarraba me orinaba encima del temor que le tenía. Cuando mis padres vieron que dejaba los estudios intentaron que siguiera, pero yo no quería volver al instituto, me sentía oprimido y me escapé de casa".

"Tras marcharme y pasar un tiempo fuera les llamé para que vinieran a recogerme y por primera vez vi a mi padre llorar. Mi padre era un hombre duro y lo vi derrumbado por primera vez. Ahí vi a mi padre de forma distinta. Me preguntó si era tan mal padre. Así que inicié un curso de soldadura al que no faltaba ningún día, iba muy contento".

Juegos de rol y satanismo

"Se habla de mi parecido con el protagonista de los juegos de rol. Mi afición a los videojuegos es la de un muchacho normal. Mi look no se asemeja al del protagonista del juego. Iba con el corte de pelo al 'cazo' como muchos otros jóvenes en esos años".

"Tenía el libro de hechizos ´El poder de la magia´ (libro que aparece en el documental en la escena del crimen, sobre el escritorio, salpicado de sangre junto a la funda de un arma). Me comentaron que ese libro era peligroso y eso me motivaba más. Conseguí que me lo dejaran y lo llevé a casa. Ese libro fue un mal principio, un camino que no tenía que haber escogido nunca".

Chats

"Mi padre me dio a elegir entre comprar el ordenador o la moto y elegí el ordenador. Chateaba con mucha frecuencia con Sonia (una chica de Barcelona), tenía interés en conocernos, era como un amor platónico. Internet es un mundo abierto y contacté con personas que decían ser satánicas. Contacté incluso con un maestre al que llamé por teléfono. El link que utilizaba para chatear era miedo al revés (ODEIM) porque quería precisamente eso, provocar miedo".

Crimen

"Tenía armas guardadas en el armario, armas a las que daba filo, practicaba con las estrellas y asistí a cursos para aprender a usar la espada. La cultura japonesa me atrajo de siempre, quería ser como ellos, llevar un tipo de vida más oriental. Se estilaba mucho tener las catanas colgadas en la pared, a mi padre le hacía ilusión, yo se las pedí y me las compró".

"Imaginé acabar con la vida de mis padres, pero no tenía claro cómo lo iba a hacer. No tenía intención de llevarlo a cabo, pero vi que era posible. No tengo una explicación clara de por qué".

"Esa noche estuve chateando con Sonia, me acosté con la espada bajo la almohada e intenté estar despierto. Mi padre se despertó y pensé que no podría llevar a cabo el acto, pero se volvió a dormir y sucedió".

"Estaba nervioso por si mi padre se despertaba y me veía allí cuando entré a la habitación. Estaba durmiendo, me puse a su lado y levanté la espada. No con la intención de atacarle. Ahí sentí que el juego había terminado. Pero sucedió algo terrible. En ese momento no fui yo, fue mi cuerpo. Me sorprendió mi movimiento, quería volver a mi cama. Pero la espada bajó, bajó sola, con mi brazo, pero bajó".

Rehabilitación

"No sé si la sociedad está preparada para mí. Mucha gente me seguirá considerando un monstruo".

"Soy cristiano y eso es un orgullo, decir que Dios me ha salvado. Puedo ser un psicópata bueno que intenta ayudar al prójimo, que tiene una familia. Me he cuestionado si soy el monstruo que la gente decía porque abrí unas puertas que no debí haber abierto nunca".

"En prisión estaba asalvajado. Todo era vender droga, defenderme y ganarme una reputación para estar fuera de peligro. En el centro de menores esto no es necesario. El profesor del centro de menores me motivó para estudiar y sacar un título y ahora sigo esos hábitos disciplinados".

Contenido del documental

En el segundo capítulo, que se emitirá el día 30, Rabadán muestra su vida a día de hoy, junto a su pareja y su hija. Una relación ´estable´ que en sus inicios no fue fácil, ya que su mujer es la hija de uno de los pastores de la iglesia evangélica ´Nueva vida´, de etnia gitana, por lo que al principio no fue bien vista al ser él payo. Durante la entrevista mueve entre sus manos un pequeño rosario blanco y se ven en su torso tatuadas tres cruces, dos por sus padres y una más pequeña por su hermana. Así como otros símbolos japoneses, cultura de la que es seguidor, en la espalda. Pero, ¿es capaz de rehabilitarse un parricida que ha asesinado a sangre fría a su familia y que ha cumplido su condena (seis años en un centro de menores y dos más de libertad vigilada)? Él cree que sí y así ha hablado en las líneas anteriores de su crimen y su familia.