El hombre acusado de tirar a su mujer por la ventana de su domicilio en Vigo en octubre de 2015, presentaba un mes antes "interpretaciones delirantes de daño y perjuicio en relación a que su mujer lo estaba envenenando y a que podía hacerle algo", motivo por el que dormía con cuchillos en la mesilla de noche, según relató al tribunal que lo juzga por homicidio en Vigo la psiquiatra de Urgencias del Meixoeiro que lo antendió el 12 de septiembre, un mes antes del crimen. El 061 le trasladó al hospital por consejo d ela Policía tras una alerta en su domicilio. La comida, explicó la médico, le sabía a "almendras amargas" y estaba obsesionado con ocultar su dinero a su mujer que, aseguraba, "lo envenenaba por motivos económicos". Era su primer proceso psicótico, a tenor de su historial.

Por consejo de esta doctora fue ingresado en la unidad de psiquiatría del Hospital Álvaro Cunqueiro. Pero allí Alberto Viéitez , de 64 años, protagonizó un episodio violento: se arrancó el pijama y se quedó desnudo en un pasillo durante una visita de su mujer, María José Rodrigues, que tamibién se alteró mucho y golpeó con su bastón ala psiquiatra que actuó como mediadora. Al día siguiente, Alberto ayudado por su mujer, eludió su internamiento al pedir traslado a un centro privado. Llegó en ambulancia pero no ingresó. Se marchó con su mujer al banco para buscar el dinero de la fianza y ya no volvió, según explicó la médico del centro privado. la doctora indicó que epresentó un alta voluntaria del Cunqueiro,mientras que la psiquiatra de este hospital explicó que no era un ingreso voluntario y habló en tal sentido con el centro privado para confirmar el traslado.

Los agentes de la PolicíaCienífica explicaron que no encontraron en la ventana pro la qu ecayó la mujer "ninguna huella con valor identificativo", aunque sí restos; y que no percibieron que ésta hubiese sido limpiada. En todo caso, han apuntado que si alguien se quisiera descolgar o se cayese por la ventana, "no tiene por qué quedar huellas" Hoy llega el turno de los forenses.