El jurado popular, por unanimidad, declaró culpable a Arturo Domínguez Sebastiá por el doble crimen de Arbo. Tras más de ocho horas de deliberación, consideró probado que el acusado acabó con la vida de su expareja y del novio de ella, de forma violenta e intencionada, disparándoles con una escopeta en un lugar y a una hora en la que les sería difícil repeler la agresión y en la que nadie podría ayudarles.

Entiende el jurado que las víctimas no pudieron reaccionar ni intentar defenderse debido al inesperado y repentino ataque de Arturo Domínguez.

El jurado consideró probado que Arturo Domínguez disparó a la cabeza a las víctimas a una distancia inferior a un metro y medio. En sus conclusiones el jurado demandó que el acusado no debe favorecerse de ningún beneficio o suspensión de una posible pena y se declaró contrario a la solicitud de indulto para el acusado.

Ante esta declaración de culpabilidad, el fiscal ha mantenido su petición de 46 años de prisión y ha solicitado que se le imponga el cumplimiento efectivo de la pena por un tiempo no inferior a los 40 años, y que además se le retire la patria potestad de la niña que tenía en común con la víctima y expareja.

La acusación particular eleva la solicitud de pena a los 50 años de prisión, mientras que la defensa, a tenor del veredicto de culpabilidad del jurado, pide que se le impongan 35 años, 20 por la muerte de su expareja y 15 por la del novio de aquella.

Fiscal y acusación particular reclaman para los herederos de las víctimas indemnizaciones que superan los 775.000 euros, además de alejamiento de los familiares de las víctimas hasta segundo grado durante un tiempo de 33 años en cada caso. También solicitaron que se le retire la patria potestad de la hija que tuvo con la víctima.

Arturo Domínguez ha mantenido su inocencia durante el juicio, celebrado en la Audiencia de Pontevedra, en el que ha asegurado que "jamás mataría a nadie".

Ayer asistió a la lectura de la deliberación del jurado impasible y sin hacer ningún tipo de declaración al concluir la vista.

Gritos de los familiares

Los familiares de las víctimas lo increparon a la salida de la Audiencia Provincial con gritos de "asesino". Abandonó el juzgado protegido por un fuerte dispositivo policial.

Durante la lectura de las conclusiones del jurado algunos familiares no pudieron reprimir las lágrimas.

En las conclusiones del jurado popular, este consideró que el acusado llegó a manifestar a algunos de los testigos que comparecieron en la causa que la fallecida "o era para él o para nadie", y que los allegados confirmaban la actitud posesiva y obsesiva de Arturo Domínguez respecto a su expareja.

También consideraron que el acusado era un cazador experto y que guardaba en su casa armas y munición.

El jurado entiende que desde ocurrieron los hechos el acusado trató de eliminar rastros y limpiar huellas y que él mismo declaró durante el proceso que tuvo tiempo de ducharse antes de ser detenido.

Si bien ayer el acusado no hizo ningún tipo de declaración, durante el proceso negó en dos ocasiones ser el autor de los disparos en la cabeza que acabaron con la vida de Beatriz Domínguez y del novio de ésta, Sergio Rodríguez, cuyos cadáveres fueron localizados en julio de 2015 en un monte de Arbo.

La vista oral llegó ayer a su fin tras siete maratonianas jornadas que terminaron con la deliberación del jurado antes de leer su veredicto ante el juez y una sala llena de familiares de las víctimas.

El jurado comenzó su reunión a media mañana y el veredicto se leyó cerca de las diez de la noche.