La investigación judicial abierta por el atropello de un pelotón de catorce ciclistas en marzo de 2016 en la PO-552 de A Guarda todavía sigue abierta. Y así permanecerá, salvo sorpresas, hasta enero de 2018. Y es que pese a que ya se practicaron diligencias y se tomó declaración tanto al investigado como a testigos, el procedimiento se ha visto ralentizado por la lenta recuperación de algunos de los deportistas que sufrieron las lesiones más severas. Una circunstancia que impide que los forenses del Imelga puedan realizar el informe de sanidad definitivo con respecto a estos ciclistas. El dictamen, que se emite cuando se produce la curación o hay una estabilización de las lesiones, es importante a la hora de fijar las indemnizaciones económicas.
La causa la lleva el Juzgado de Instrucción número 3 de Tui. Debido al accidente, fallecieron dos ciclistas. El conductor octogenario que causó el siniestro tiene la condición de investigado en el caso. En relación con los heridos, a lo largo del procedimiento el tribunal ha ido recibiendo informes de sanidad de deportistas heridos, en los que, entre otras cuestiones, se concretan las lesiones que sufrieron y las secuelas. El último de ellos, con fecha de 21 de septiembre, fue notificado esta semana a las partes. Pero aún no están todos. En relación con uno de los heridos graves, los forenses acaban de emitir un parte de continuidad en el que se señala que de momento no se puede precisar la entidad de las posibles secuelas, por lo que se le hará otro reconocimiento médico en enero de 2018.
