Durante años estuvo al frente de Pulgar Pizza, una mercantil que explotaba cuatro pizzerías en Vigo, pero que, a raíz de su cierre, ha acabado protagonizando procedimientos en tribunales de casi todas las jurisdicciones. Uno de estos casos escribió ayer su último capítulo: el administrador de esta empresa ya extinguida, C.A.P.P., aceptó 6 meses de prisión en el Juzgado de lo Penal 2 como autor de un delito de gestión desleal. Tras entrar en concurso de acreedores la firma y pese a conocer las limitaciones legales que para el ejercicio de su cargo ello comportaba, realizó una serie de pagos con los rendimientos obtenidos de la explotación no autorizada de los cuatro establecimientos: hizo abonos a proveedores y pagos con tarjeta. La cantidad que debe abonar por daños y perjuicios se determinará en ejecución de sentencia.

Pulgar Pizza, que echó a andar en 2002 mediante un contrato de franquicia con Telepizza, fue declarada en concurso de acreedores en 2013. A partir de esa fecha, las funciones del responsable de la empresa quedaron limitadas en el seno de dos procedimientos judiciales. Uno fue el propio proceso concursal que se seguía en el Juzgado Mercantil de Vigo, que conllevó el nombramiento de un administrador concursal. Y junto a ello, un juzgado de Primera Instancia también de la urbe olívica nombró a su vez a un administrador judicial que limitaba la capacidad de gestión del acusado sobre esos locales.

Pese a ello, según consta en el escrito del fiscal, el empresario destinó los rendimientos obtenido en las pizzerías a pagar a un proveedor mediante ingresos bancarios, a abonos que hizo mediante tarjeta y a pagos de facturas de otros proveedores, "dejando de ingresar la diferencia en la sociedad".

El mantenimiento consciente y voluntario de la actividad comercial por el acusado ocasionó un perjuicio a la empresa por el incumplimiento del contrato de franquicia. Este procedimiento, que se seguía en un juzgado de Primera Instancia, derivó en una sentencia después confirmada -en 2015- por la Audiencia de Pontevedra. En la misma, Pulgar Pizza fue condenada a abonar a Telepizza cantidades que superaban el millón de euros. Esa resolución, que declaró resueltos (finalizados) los contratos de franquicia que la empresa viguesa tenía con la popular cadena, condenó a la firma olívica, entre otros conceptos, a retirar de sus cuatro establecimientos los nombres, marcas y signos distintivos de Telepizza; a devolver al franquiciador los programas informáticos; o a desalojar los locales y ponerlos a disposición de esta compañía especializada en el reparto de comida a domicilio.