Un hombre atropelló ayer a once personas con el coche que conducía en el centro de Londres, junto al Museo de Historia Natural. Aunque en un principio parecía tratarse de un nuevo atentado terrorista, tanto la Policía metropolitana como fuentes del Gobierno británico señalaron que se trató de un "accidente", cuyas causas estaban siendo investigadas "no como una acción terrorista", sino como una colisión de tráfico.

El incidente sembró el caos en una zona de la capital muy frecuentada por ciudadanos y turistas. El atropello se produjo a la una y media de la tarde y el conductor del vehículo fue arrestado.

Los once heridos recibieron asistencia médica, principalmente por golpes sufridos en las piernas o la cabeza, según explicaron los servicios sanitarios, que también confirmaron que nueve fueron ingresados en un hospital. No se ofrecieron detalles del estado de dichas víctimas, aunque se cree que en ningún caso había riesgo vital.

Al parecer, el conductor del vehículo se habría subido a la acera más próxima al museo. Las imágenes y fotografías subidas ayer a las redes sociales mostraban daños materiales causados en otros coches y elementos de la calle, así como una importante presencia de agentes en la calle.

En otro de los vídeos aparecía el responsable del siniestro retenido por cuatro personas, ninguna de las cuales iba uniformada, y el coche que conducía, de color negro y con una puerta abierta, que habría colisionado contra otro plateado.

El detenido por este suceso es de raza negra y conduce un microtaxi local, según informaron fuentes oficiales de la ciudad de Londres, que ayer revivió el horror de los atentados yihadistas junto al Parlamento y el Tower Bridge.