La cabeza y las piernas de la periodista sueca Kim Wall, que desapareció hace dos meses cuando entrevistaba en un submarino al inventor danés Peter Madsen, aparecieron ayer en la bahía de Koge, al sur de Copenhague.

Buzos de la Marina danesa encontraron una bolsa con la ropa de Wall y un cuchillo y otra que contenía la cabeza y las piernas. A ambas se habían añadido también trozos de metal para aumentar el peso y hundirlas. El jefe de la investigación, Jens Møller Jensen, informó en rueda de prensa de que no hay fracturas en el cráneo y de que los trozos del cadáver presentan heridas menores.

Los forenses realizarán ahora una autopsia de todos los fragmentos disponibles del cadáver -los brazos no han sido hallados- para tratar de establecer la causa de la muerte, aún desconocida.

El torso de Wall apareció flotando en el Báltico a finales de agosto, casi dos semanas después de haber sido vista por última vez a bordo del "Nautilus", el submarino de fabricación casera en el que iba a entrevistar a Madsen, en prisión preventiva bajo los cargos de homicidio y trato indecente a un cadáver.

La hipótesis con la que trabajan las autoridades es que en las cuatro horas que el submarino estuvo sumergido en el Báltico la noche del crimen, Madsen descuartizó el cuerpo y se deshizo de él.