Hace cuatro años hoy del asesinato de la pequeña Asunta Basterra, la niña de 12 años y origen chino hallada muerta en una cuneta de Teo, cerca de Santiago. Sus padres Rosario Porto y Alfonso Basterra cumplen 18 años de prisión por un crimen que conmovió a España.

El letrado de Rosario Porto, José Luis Gutiérrez Aranguren, manifestó ayer que su cliente afronta el aniversario de la muerte de su hija en condiciones anímicas "malas". Desde su condena, por un delito de asesinato con agravante de parentesco, los progenitores permanecen en la cárcel. Inicialmente, ambos en la prisión de Teixeiro (A Coruña), aunque Rosario Porto fue trasladada, en marzo de este año, a la cárcel de A Lama, en Pontevedra.

Sobre su estado anímico, su letrado dice que se encuentra "mal" y recuerda, al respecto, que está en la enfermería de la cárcel desde su llegada a la prisión pontevedresa.

Un jurado popular consideró a Rosario Porto y Alonso Basterra autores del asesinato de su hija, a la que sedaron durante la comida en casa de su padres y que falleció por asfixia, sin poder defenderse, a manos posiblemente de su madre.

Pero la autopsia descubrió que durante los tres meses anteriores la niña había sido sedada en varias ocasiones y que su padre había adquirido las pastillas en distintas farmacias. Las profesoras de la niña declararon que en varias ocasiones la pequeña estaba como mareada e ida. Su padre llegó a explicarles que le daban un antihistamínico por la alergia.