La Policía Nacional detuvo a dos jóvenes a los que sorprendieron cuando acababan de explosionar un cajero de una oficina bancaria en la calle de Arturo Soria de Madrid y ha recuperado más de 62.000 euros que se disponían a sustraer con este método.

Tras la deflagración los policías lograron el arresto de dos de los cuatro ladrones ya que otros dos jóvenes emprendieron la huida a más de 220 kilómetros por hora en un vehículo de gran cilindrada que había sido robado horas antes.

Uno de los policías logró agarrar a uno de los jóvenes que se subió al vehículo pero éste arrancó y arrastró al agente varios metros hasta que se soltó, momento en el que el conductor dio marcha atrás para intentar atropellarle.