Divina Mendes Pereira fue víctima de una brutal paliza y posterior asfixia que le causó la muerte el pasado 6 de septiembre de 2015 en Vigo. Esta mujer, de 46 años y natural del estado brasileño de Goias, se encontraba en su vivienda de la calle López de Neira cuando entre ella y su pareja, Diego Abalde Pedrido se inició una discusión, durante el transcurso de la cual, este vigués "la atacó de forma violenta, golpeándola con gran intensidad de manera contínua y sucesiva [...] en su cara, cráneo y cuello que anularon toda capacidad de defensa " cusándole la muerte. Así expone los hechos la fiscal, quien demanda para el acusado -que reconoció los hechos tanto en sede policial como judicial- una pena de 24 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y enseñamiento, además de aplicat también las agravantes de parentesco y de género.

La víctima que llevaba residiendo varios años en Vigo y quien tenía un hijo de 21 años en el momento de su fallecimiento, había puesto fin a la conviencia con Pedrido semanas antes del sueso, si bien es posible que continuasen la relación, una unión sentimental marcada en los últimos tiempos por "discusiones por motivos de celos y también económicos", según se recoge en el escrito de la representante del Ministerio Público. La Fiscalía señala que la mujer sufrió "múltiple lesiones" tanto externas como internas, todas "causadas en vida de la víctima".

Todo apuntaría a que Divina Mendes fue arrojada al suelo y una vez caída, su agresor siguió propinándole golpes y patadas lo que "anuló toda posibilidad de defensa desde prácticamente el primer momento de iniciarse la agresión". La fiscal hace hincapié a la violencia con la que fue atacada la víctima. "Cualquiera de las agresiones realizadas eran suficientes para causar por sí solas la muerte de Divina pese a lo cual el acusado continuó con su violento ataque, aumentando consciente y cruelmente su sufrimiento y causándole daños que ya eran innnecesarios para producir su muerte", reza el escrito de calificación.

La Fiscalía también demanda una indmenización para el hijo de la víctima de 300.000 euros y una orden de alejamiento de 500 metros por los próximos 30 años. También solicita aplicarle la libertad vigilada por cinco años y la obligación de acudir programas formativos sobre igualdad de trato.

La abogada del Estado, presente en la causa por tratarse de un crimen de violencia de género, solicita una pena de 25 años de prisión, al igual que la acusación particular ejercida por los hijos de la fallecida y la acusación popular de la Xunta.