El timo de la estampita, el tocomocho, el de los trileros...las estafas con más acervo siguen dando rentabilidad a todos aquellos amigos de lo ajeno, si bien se han ido actualizando a los nuevos tiempos. Internet y la telefonía están detrás ahora de muchos de estos engaños, generalmente a víctimas de avanzada edad con más bondad que ingenuidad. La Guardia Civil ha detectado el incremento de uno de estos timos. "emergencias de familia". En él, los estafadores llaman por teléfono o envían mensajes pidiendo desesperadamente a sus supuestos familiares que les transfieran una determinada cantidad de dinero de forma inmediata. Suelen decir que necesitan el dinero en efectivo para ayudarles en una emergencia, para salir de prisión, ayudarles a pagar una factura de hospital o, como ocurre la mayor parte de las veces, para ayudarles a salir de un país extranjero. El engañado, con total confianza y a buena fe, les entrega el dinero para que puedan solucionar su problema. Hasta que se da cuenta que ha sido víctima de una estafa.

Este ejemplo se volvió real el pasado viernes día 4 de agosto, cuando dos vecinas del municipio pontevedrés de Arbo acudieron al cuartel de la Guardia Civil para denunciar que habían sido víctimas de esta estafa. Una de estas mujeres llegó a enviar a su falso pariente 5.300 euros mientras que al otra abonó 3.700 euros. Desde la Comandancia de Pontevedra se alerta sobre esta proliferación de casos en donde la mayor parte de los casos suelen ser personas de avanzada edad.

Según fuentes de la Guardia Civil, ambos casos tuvieron lugar el mismo día y en ambos, el relato de los hechos es "prácticamente idéntico". El relato de los hechos es prácticamente idéntico en las dos incidencias: reciben una llamada telefónica de un pariente en Argentina que supuestamente está retenido en un aeropuerto (en un caso les dijo que estaba en Madrid y en el otro en México) para decirle que necesitaba que le enviasen, antes de una hora, una determinada cantidad de dinero, por un tema relacionado con los impuestos. El familiar que recibe la llamada, sin dudar de su origen, le da credibilidad a la demanda de auxilio de este supuesto familiar y realiza el pago del dinero solicitado, generalmente a través compañías que realizan transferencias monetarias a otros países.

Incremento de los pagos

En ambos casos, las víctimas recibieron hasta dos y tres llamadas posteriores demandándoles más dinero para completar un incremento imprevisto del pago de los impuestos o de una sanción sobrevenida, a los que las víctimas no se negaron al considerar que se trataba de un familiar en apuros. En uno de estos dos últimos casos, la víctima llegó a efectuar hasta tres ingresos por un importe total de 5.300 euros y en el otro 3.700 euros.

La Guardia Civil aconseja que, ante este tipo de llamadas o mensajes, y ante de realizar cualquier ingreso, se verifique la identidad de la persona, que lo hablen con otro familiar y lo más importante, ponerse en contacto con las fuerzas de seguridad.