La Policía Nacional detuvo a tres vecinos de Vigo encomendados presuntamente por una empresa del grupo Las 5 Jotas, -foco de la mayor trama de fraude fiscal con facturas falsas de Galicia, llegando a superar los 100 millones de euros y cuyo cabecilla, José Manuel Costas, se encuentra en busca y captura desde hace un año- para intimidar y extorsionar a varias personas que habían contraído una deuda con ellos. Las víctimas son un promotor de A Coruña y su mujer y a la madre del representante de un fondo Buitre de Guadalajara, a quienes golpearon, robaron e incluso llegaron a rociar con líquido inflamable que no llegaron a prender, según informan fuentes policiales en un comunicado.

Los dos empresarios vigueses encargaron a tres hombres de 44, 69 y 35 años, que intimidasen a un promotor para cobrar su deuda, según fuentes de la investigación. Las amenazas telefónicas se hicieron realidad el 14 de febrero de 2016, cuando uno de ellos atacó con una barra de hierro y robó al empresario coruñés de 67 años en su garaje del barrio de Os Mallos. Le rompió las dos piernas, por lo que permaneció varias semanas hospitalizado. Un mes después, presuntamente el mismo hombre, con residencia en Vigo, regresó a A Coruña y abordó a la mujer del promotor inmobiliario, de 65 años, cuando regresaba de la compra en el portal de su edificio de Os Mallos. Le dio una paliza con la misma barra de hierro. La Policía Nacional inició entonces una investigación que terminó con los tres vecinos de Vigo detenidos como sospechosos de delitos de extorsión, lesiones, robo con violencia, amenazas y pertenencia a grupo criminal. Dos de ellos están ingresados en prisión provisional sin fianza. El abogado de las víctimas, el penalista coruñés Diego Reboredo, solicitará prisión para el tercer implicado en la trama, que está en libertad.

Los arrestados, según fuentes de la Policía Nacional, intentaron cobrar primero la deuda en Guadalajara, pues el empresario coruñés, acuciado por las deudas en plena crisis del sector inmobiliario -solicitó un crédito de un millón de euros-, había vendido la empresa por un euro a un fondo buitre de Castilla-La Mancha. Los compradores se deshicieron del material y de la maquinaria que todavía tenía la empresa, pero los acreedores se quedaron sin cobrar. Entre ellos, según fuentes de la investigación, figuraban dos hermanos vigueses que dirigían la carpintería Las 5 Jotas.Fuentes cercanas al caso sostienen que la investigación apunta a que fueron los dos hermanos los que contrataron a los tres detenidos para extorsionar e intimidar al empresario coruñés y al responsable del fondo buitre de Guadalajara para que uno u otro les abonasen la deuda que había contraído la promotora coruñesa con la carpintería de Vigo. En Castilla-La Mancha, dos de los detenidos, presuntamente abordaron a la madre del hombre que adquirió la empresa con sede en A Coruña y la rociaron con gasolina.

El detenido que le rompió las piernas al promotor coruñés y que agredió a su esposa admitió los hechos durante la declaración que prestó en el juzgado y desveló la operativa del grupo, según fuentes judiciales. Los tres sospechosos fueron detenidos en Ponteareas, Cangas y Valencia.

Planes de secuestro

El que estaba en la Comunidad Valenciana, según las mismas fuentes, ya estaba siendo investigado porque presuntamente planeaba el secuestro de una familia que tenía deudas relacionadas con el narcotráfico. El único de los tres que permanece en libertad es el dueño de una constructora de Moaña. El hombre, según fuentes judiciales, fue el primero que intentó de forma telefónica que el coruñés abonase la deuda.

La investigación está dirigida por el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de A Coruña, pero el magistrado planteó una cuestión de competencia ante el Tribunal Supremo, pues considera que debe hacerse cargo del caso un juzgado de Guadalajara, que es el primer lugar donde actuaron los arrestados para cobrar la deuda.