Un fallecimiento que ha conmocionado a toda España. La niña de tres años desaparecida el miércoles por la noche en Pizarra (Málaga) cuando jugaba en una terraza donde cenaban sus padres fue hallada ayer muerta en la vía del tren en Álora con un fuerte golpe en la cabeza que, según los investigadores, pudo causárselo accidentalmente el paso de un convoy. El informe preliminar de la autopsia entregado al juzgado de guardia de incidencias, el número 13 de Málaga, indica que el fallecimiento se produjo por "muerte violenta por traumatismo craneoencefálico severo". No hay otros signos de violencia en el cadáver de la menor.

El cuerpo de Lucía Vivar Hidalgo era hallado a las 06.51 horas de ayer por un maquinista en el kilómetro 158,5 de la vía férrea de la línea de cercanías que conecta Álora y Málaga, lugar que dista siete kilómetros por carretera de donde desapareció, aunque sólo tres si se recorren a pie junto a la vía. Antes de conocerse el resultado preliminar de la autopsia, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, avanzó que todo apunta a un accidente ocurrido después de que la pequeña se desorientara. "Parece que se impone la teoría del accidente por encima de cualquier otra", dijo, descartando "en principio" la hipótesis de que fuera secuestrada.

Nieto ahondó en que las primeras investigaciones indican que la niña se perdió, anduvo unos tres kilómetros por la vía del tren y, cuando se cansó, se acurrucó junto a la vía, donde el paso de un tren le habría causado el golpe en la cabeza.

Los padres de la pequeña la perdieron de vista en torno a las 23.20 horas cuando la niña jugaba con sus primos mientras cenaban en la terraza de un restaurante en la explanada de la estación de tren de Pizarra. Durante toda la noche, efectivos de Guardia Civil, Policía Local de Pizarra y Cártama, Protección Civil y numerosos vecinos participaron en la búsqueda de la menor.

El hallazgo del cadáver conmocionó a los vecinos de Pizarra, localidad de unos 9.300 habitantes, y algunos mostraron su incredulidad sobre la hipótesis del accidente, ya que les resulta extraño que la menor caminara sola tanto tiempo sin que nadie la viera. El delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, pidió "prudencia" hasta que avance la investigación sobre lo sucedido.

El padre de Lucía, Antonio Vivar, es de Pizarra y su madre, Almudena Hidalgo, es de Alhaurín el Grande (Málaga), municipio donde residen y donde hoy será enterrada la niña. Los dos ayuntamientos y el de Álora decretaron tres días de luto por la muerte de la pequeña.