Todas las miradas estaban puestas en Pablo Bouzas González, "Casti". Por su oscuro pasado, y porque los investigadores lo han situado en la cima de la supuesta organización de tráfico de drogas a mediana escala desarticulada esta semana entre Vilagarcía, Vilanova y Marín. Finalmente, ha sido uno de los cinco detenidos que ingresaron en prisión. Corrió la misma suerte el vecino de Vilanova, de iniciales R.L., que presuntamente está relacionado con el inmueble en el que aparecieron los tres kilos de cocaína. Los tres detenidos restantes han quedado en libertad, aunque la juez les mantiene la condición de investigados, que es el equivalente a la antigua figura del imputado.

Fuentes consultadas apuntan que en el registro practicado al vilanovés se localizaron, además de la única partida de droga que ha aparecido en esta fase de la operación, varios instrumentos dedicados a la manipulación de la cocaína y su posterior preparación en dosis, como una prensa o una báscula de precisión. Al parecer, es hijo de un hombre que ya fue condenado en su día por narcotráfico, y que de hecho está actualmente en la cárcel.