El narco arousano Laureano Oubiña manifestó ayer en una entrevista concedida a la cadena SER que "los delitos que cometí no causaron tanto daño. Que yo sepa el hachís no ha matado a nadie. Yo fui transportista de hachís, solo". El capo añadió que "a nadie le obligaron a consumir hachís o droga. A nadie le pusieron una pistola en el pecho".

Aseguró que no conoció a los traficantes de heroína hasta que coincidió con ellos en la cárcel, y cuestionó la actuación de las asociaciones antidroga, como Érguete, afirmando que "hay que mantener el tema para coger las subvenciones", y que hay luchas por el poder en el seno de algunas de estas organizaciones.

Oubiña afirmó que desconoce el dinero que ganó con el contrabando de tabaco y el de hachís "porque nunca eché cuentas". Y aclaró que en la actualidad "no tengo dinero escondido ni sin esconder". "Vivo de la pensión y de la ayuda de mis hijos", añadió. Según él, su único ingreso actual es de 366 euros al mes.