Naiara, la niña de 8 años de edad a la que presuntamente asesinó su tío de origen lucense en el municipio de Sabiñánigo (Huesca), fue objeto de torturas diversas a lo largo de 12 horas antes de que su agresor solicitara la ayuda de los servicios médicos de emergencias. Según fuente judiciales, la menor, en el momento de ser atendida por los equipos sanitarios, el pasado jueves, presentaba contusiones por todo el cuerpo, señales de haber estado maniatada y fuertes golpes en la cabeza. También mostraba signos de haber sido obligada a estar de rodillas sobre pequeñas piedras para incrementar el dolor.

Todas estas lesiones, incluida una posible rotura de bazo, obligaron al traslado inmediato de la niña al Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde murió el viernes a causa de la gravedad de algunas de sus heridas. La importancia y características de las lesiones llevaron a los especialistas a poner en cuestión la versión del presunto agresor, que relató que la pequeña se había caído por una escalera, y a denunciar que ésta podía haber recibido una brutal paliza. Finalmente el detenido, Iván P.P., de 33 años, que permanece en prisión provisional, acabó confesando el crimen en el juzgado.

Las investigaciones apuntan a que la niña fue objeto de todo tipo de torturas entre las 03.00 horas de la madrugada y las 15.00 horas de la tarde del jueves, momento en que el sospechoso requirió la presencia de los médicos. Su testimonio inicial quedó desvirtuado por la gravedad de las lesiones y por el testimonio de sus otras dos sobrinas -con las que la pequeña convivía esos días en la casa de su abuela-, que narraron a la juez que su tío "tenía manía" a la niña y por eso la maltrataba de forma brutal. El detenido confesó finalmente ante la instructora ser el responsable de las atrocidades sufridas por Naiara, tanto en esa ocasión como en otras.

Las fuentes citadas explicaron que incluso los responsables de la investigación se vieron "profundamente afectados" a medida que conocían las torturas a las que era sometida la niña como castigo por su tío, al que tachan de "bestia humana". Los datos aportados al juzgado revelan que la menor había sido enviada desde Zaragoza a Sabiñánigo por el actual compañero sentimental de su madre -hermano del detenido-, una mujer de origen argentino que tenía dos hijas, entre ellas Naiara, en el momento de casarse y que tuvo otras dos con su actual pareja. Al parecer, el padrastro había mandado a la niña con su madre y con su hermano como castigo por "negarse a estudiar".

El padre biológico de Naiara, Manuel Briones, manifestó su deseo de viajar a España desde Chile para hacerse cargo del cuerpo de la niña y solicitar su repatriación. Los padres de la menor agradecen el cariño y el apoyo recibido.