Uno de los mayores alijos de heroína aprehendidos en Galicia fue incautado en 2016 en Tui. Casi 54 kilos de estupefaciente ocultos en un Porsche Cayenne cuyo valor en el mercado ilícito habría alcanzado los 2,4 millones de euros. Finalizada la investigación judicial, el caso está próximo a juicio. El fiscal antidroga de la provincia de Pontevedra, Pablo Varela, ya ha formulado su escrito de calificación provisional, en el que solicita para los 6 acusados penas que suman 78 años y 9 meses de prisión, además de multas millonarias. Hay un séptimo procesado, Nikolin J.A., el considerado jefe de la rama albanesa de esta supuesta organización criminal, contra el que no se sigue el presente procedimiento al estar en situación de rebeldía.

Los seis acusados son otros dos albaneses, Rinush G. y Sokol R., y los cuatro presuntos integrantes de la rama gallega: Castor Manuel G.G., vecino de Mos ya condenado por narcotráfico al que la Fiscalía describe como "el hombre de la organización en Pontevedra"; su esposa y "mano derecha" María del Carmen C.D.; y dos hombres a los que se acusa de ocupar "el último eslabón" del grupo y que son José R.R., vecino de Vigo ya sentenciado también por tráfico de drogas; y Marcos Antonio G.B., de Ribadumia.

El fiscal atribuye a todos un delito contra la salud pública cometido en el seno de una organización de narcotráfico con el subtipo agravado de notoria importancia. A mayores, al albanés Rinush G. también le acusa de cuatro delitos de falsedad -se le incautó documentación con identidades falsas-. Y al matrimonio de Mos les imputa asimismo un delito de blanqueo de capitales procedentes del narcotráfico.

Las penas que pide el Ministerio Público para cada uno oscilan entre los 11 y los 17 años de cárcel. Esta última es la que solicita para Castor Manuel, mientras que su esposa afronta 15 años. Con respecto a las multas, la que demanda para la mayoría de procesados es de 7,5 millones de euros, elevando la cantidad en el caso de la pareja a 9,5.

La Fiscalía describe que los acusados, con el declarado rebelde, formaban parte "de una organización criminal" que tenía como fin "la introducción en España y posterior venta entre los consumidores" de heroína. Tenían, precisa, "una estructuración jerarquizada" con "reparto de funciones". Por un lado estaba la rama albanesa, con el jefe al frente y otros dos miembros: Sokol, "encargado de recibir los envíos regulares de dinero" procedente de la venta final de la droga en la provincia de Pontevedra; y Rinush, que según el fiscal era quien hacía los transportes en coche de la droga desde el centro de Europa a Galicia.

Sobre la parte gallega, al frente estaba presuntamente Castor Manuel. Su función, según la Fiscalía, era la de distribuir en la provincia pontevedresa la heroína que la red le enviaba, para después recaudar el pago de la droga entre "los escalones inferiores" y llevar el dinero a Barcelona para entregarlo a la "cúpula" de la red. Su mujer supuestamente era su mano derecha y quien lo acompañaba en las reuniones, siendo también su función "crear una apariencia de licitud y normalidad" en esos viajes y encuentros. Y los otros dos acusados dependían del vecino de Mos: supuestamente eran los que distribuían la heroína "entre los vendedores últimos de la sustancia al menudeo".

En 2016

Lo operación que los llevará al banquillo se remonta a 2016. El 24 de febrero el albanés Rinush partió en un Porsche Cayenne desde Barcelona hacia Alemania y ya el 18 de marzo desde ese país a Holanda para ir a por la heroína. Ese estupefaciente, relata el fiscal, debía entregárselo a Castor y a su esposa: el lugar de entrega se fijó cerca de un hotel de Tui, a donde el albanés llegó el 19 de marzo. Pero un dispositivo de la Policía Nacional frustró las intenciones de la banda, incautándose de la droga, oculta en un habitáculo del vehículo: allí hallaron 54 paquetes cilíndricos que contenían 53 kilos y 771 gramos de heroína. Con motivo de los arrestos y registros, los agentes decomisaron, entre otros efectos, 43 teléfonos móviles y casi 350.000 euros en efectivo.

El fiscal también atribuye al matrimonio de Mos delito de blanqueo, al estimar que parte de las ganancias presuntamente obtenidas con la droga las invirtieron en la casa que tienen en su localidad y en comprar vehículos: un Jaguar XF, un Mercedes SLK, otro Mercedes Clase A y un Citroën C3. El juicio será en la Audiencia de Pontevedra.