La Policía Nacional detuvo en Madrid al jefe de una red internacional de narcos buscado por las autoridades brasileñas y responsable del intento frustrado de introducir 1.000 kilos de cocaína en Europa, a través del puerto de Amberes, con destino a España. Concretamente, la intención de los traficantes, según desveló en su día la Policía de Colombia, era introducir el estupefaciente por el puerto de Vigo.

El detenido en España estaba oculto en un inmueble de Madrid del que salía en muy contadas ocasiones y donde planeaba su huida a otro país con documentación falsificada. Fuentes de la investigación precisaron a Efe que es Roberto Carlos Gómez Herrera, Huevo, de nacionalidad colombiana y que el arresto fue el 2 de julio. Pesaba sobre él una orden Internacional de detención dictada por Brasil y su apresamiento fue posible gracias a la cooperación entre la Policía Nacional de España, la de Colombia, la Policía Federal de Brasil y la Interpol.

Una investigación de Colombia y Brasil descubrió en noviembre de 2016 que una red planeaba un envío de una importante cantidad de droga. Pretendían hacerlo en bloques de granito de grandes dimensiones transportados en contenedores marítimos a través de la ruta Río de Janeiro-Amberes y con destino final España, concretamente el puerto de Vigo. Pero la mercancía nunca llegó a la ciudad olívica al intervenirse ya en el puerto de Amberes dos contenedores que transportaban bloques de granito puro que contenían en su interior más de una tonelada de cocaína oculta a través de perforaciones cilíndricas y realizadas con un alto grado de sofisticación.

El fugitivo que acaba de ser apresado en Madrid era el jefe de una banda internacional compuesta por ciudadanos de diferentes nacionalidades y el responsable de la coordinación, supervisión y financiación de toda la operación del envío de la sustancia estupefaciente desde Sudamérica a Europa. Otros seis líderes fueron apresados en Brasil y Colombia.