Abdelali O., un ciudadano marroquí de 22 años, fue ayer a juicio por un delito contra la salud pública, tras ser interceptado por la Policía Nacional el pasado 13 de diciembre, cuando bajaba de un autobús procedente de Madrid con una maleta que contenía más de 3,5 kilos de hachís. El acusado, que carecía de antecedentes penales y contaba con un expediente incoado por estancia irregular, se conformó ayer con una pena de 3 años de prisión y el pago de una multa superior a los 67.000 euros.

El concenado transportaba 6 paquetes, cada uno de ellos cargado con bellotas de resina de cannabis. Había un total de 3.543,8 gramos de la sustancia estupefaciente, cuyo valor en el mercado hubiera superado los 22.300 euros. Los agentes también se incautaron de 210 euros que llevaba el sospechoso.