Hasta tres millones de euros defraudó una red criminal desarticulada por las policías española y rumana dedicada al tráfico de teléfonos móviles de alta gama, en una operación que se saldó con 57 detenidos de trece nacionalidades que llegaron a cometer más de 2.000 estafas. Los arrestos se produjeron en Madrid, Comunidad Valenciana, Aragón, Cataluña, Murcia y Andalucía y tres en Rumanía .