No es ni mucho menos un desconocido para las fuerzas de seguridad. Todo lo contrario. José Luis Luna Pereira, el vecino de Vigo detenido por matar presuntamente de un disparo en el pecho a un chico de 25 años la madrugada de las hogueras de San Juan en la playa de Arealonga de Chapela (Redondela), acumula un historial de condenas por hechos violentos que ya viene de antiguo. Por lo menos desde 1994, cuando tenía poco más de 20 años de edad y le consta su primera sentencia por uno de sus asaltos. Desde entonces y al menos hasta 2014 -con períodos de por medio en los que pasó largas estancias en prisión- ha sumado resoluciones judiciales en su contra por al menos seis tipos de delitos distintos: robo con violencia (el más frecuente), atentado a agentes de la autoridad, tenencia ilícita de armas, resistencia, quebrantamiento y tráfico de drogas. Por este ilícito de narcotráfico fue penado en 2014 a dos años de cárcel, la mitad de lo que inicialmente se solicitaba para él, ya que se le tuvo en cuenta como atenuante el hecho de que al menos en aquella época tenía un "consumo repetido" de heroína y cannabis.

Su último arresto fue este sábado pasadas las cinco de la madrugada. Este vecino del barrio de Teis -en la actualidad residía con su madre cerca de la iglesia de San Salvador- disparó supuestamente en el pecho con un arma corta de gran calibre tipo Magnum a Dani Beltrán. Lo hizo "sin más" después de que el joven de Chapela le reprochase su actitud de orinar desde una barandilla en la playa de Arealonga en una zona en la que todavía había jóvenes que habían acudido a las hogueras de San Juan. Luna, como le conocen en la zona, lanzó un segundo tiro a otro chico que logró esquivarlo. La Policía Nacional lo detuvo cuando trataba de fugarse en un taxi: fue un arriesgado operativo dada la agresividad del sospechoso, que arremetió a patadas contra los agentes e intentó dispararles.

Labor policial

La Policía Nacional trabaja desde su arresto para completar el atestado que debe entregar en el Juzgado de Instrucción número 2 de Redondela, donde hoy pasará a disposición judicial el detenido -el plazo máximo de arresto, 72 horas, expira esta inmediata madrugada-. El viernes -además del propio apresamiento del presunto agresor y de la labor de recabar pruebas en el lugar del crimen- los agentes tomaron declaración a testigos, entre ellos al joven que se salvó del segundo disparo y a al menos dos chicos más que estaban en la zona. También en esa primera jornada los forenses realizaron la autopsia al cadáver de la víctima en el Hospital Nicolás Peña de Vigo.

Y la de ayer también fue una jornada ajetreada para los investigadores. El tribunal redondelano que lleva el caso remitió un exhorto al Juzgado de Instrucción 8 de Vigo, en funciones de guardia, para la realización de una entrada y registro en el domicilio del detenido. José Luis Luna fue trasladado a su casa en un coche policial desde los calabozos de la comisaría de la urbe olívica en los que permanece desde su arresto. Junto a los agentes policiales, estuvo presente en la inspección al menos la letrada de la Administración de Justicia del juzgado vigués y una abogada de oficio que se le designó para esta diligencia. No trascendió qué efectos se incautaron en la vivienda.

Y ya al mediodía el arrestado fue trasladado hasta los juzgados de Vigo, para un examen forense en la clínica de la sede olívica del Imelga. Pasadas las dos de la tarde, era llevado de nuevo a a las instalaciones policiales.

Junto a estas diligencias, la recopilación de pruebas se completará con periciales, una de ellas el análisis del arma corta de gran calibre del crimen. Los agentes quieren saber dónde se hizo el arrestado con un arma para la que carecía de licencia -las fuentes consultadas señalan que hay por ejemplo un mercado negro importante en Portugal-. "Hay que investigar el origen", dicen fuentes policiales. Averiguar el número de serie, si hubo manipulación... Y se indagará en si se usó en algún otro hecho delictivo.

Temporadas en la cárcel

A la espera de su comparecencia judicial de hoy, lo cierto es que José Luis Luna suma un largo historial de delincuencia, con asaltos a bancos y otros establecimientos que se concentraron sobre todo en los duros años 90. En esa década tiene condenas al menos en 1994 y 1999. El hecho más grave hasta el crimen de este fin de semana lo había cometido en 1998, cuando tenía 25 años. Se enfrentó a tiros con la Guardia Civil, que lo acabó deteniendo: había abordado a un automovilista pistola en mano en Vigo y lo desalojó del coche cerca de Porriño, pero su recorrido finalizó en Redondela, donde el operativo policial lo interceptó. Testigos dicen que antes del homicidio de este sábado en Chapela estuvo haciendo alarde de que tenía un arma.

Sus acciones violentas le hicieron pasar largas temporadas en prisión. Ya a partir de 2000 fue acumulando otras sentencias por episodios de resistencia en la cárcel o de quebrantamiento. Le consta una fuga que no duró mucho. Y tiene una condena en 2008 de tenencia ilícita de armas. En diciembre de 2014 recibió dos años de cárcel por tráfico de drogas, causa por la que ya había estado en prisión provisional más de diez meses. Redujo la pena por su adicción a las drogas.

Hoy volverá a comparecer en un juzgado por el crimen de Dani Beltrán. También disparó hacia otro chico, que no resultó herido. "No le dio de milagro", describe una testigo.