Los vecinos de la parroquia redondelana de Chapela todavía están en shock por el crimen ocurrido en la madrugada de San Juan. Dani Beltrán, de 25 años de edad y que residía con su novia en la zona de Cuatro Puentes casi limítrofe con Vigo, era un chico muy querido. Ayer, numerosos amigos, familiares, vecinos y otros allegados acudieron a lo largo de la jornada para darle su último adiós al Tanatorio Tanamañó de Redondela. La víctima fue posteriormente incinerada en un acto que ya tuvo un carácter más familiar.

Homenaje

Algunos amigos de Dani lo recordaban y le realizaron su particular homenaje a través de redes sociales como Facebook. Y en la playa de Arealonga, en el lugar donde la madrugada del sábado ocurrió el crimen, ayer había en su memoria en la barandilla un ramo de flores y una fotografía del chico con su moto, que era una de sus pasiones, según comentan quienes le conocían. "Siempre estaba dispuesto a ayudar, siempre tenía una sonrisa en la cara", lo describía un compañeros el mismo día del homicidio conmocionado por lo que acababa de ocurrir. Sus amigos, afirman, nunca lo olvidarán.