Un alumno de diez años del colegio Manuel Murguía fue atacado por una víbora el pasado miércoles cuando jugaba en el patio de su centro educativo, en Feáns. El pequeño no se enteró de la picadura, pero su madre vio la herida cuando fue a recogerlo y no dudó en llevarlo al hospital. "Le mandé la foto a una especialista en reptiles y me dijo que era una picadura de víbora", recuerda la progenitora.

Ya ingresado, el niño fue tratado con antídotos y corticoides. "Tenía dolor, visión borrosa y estaba desorientado", comenta la madre, que asegura que ya está "bien" y que en casa debe seguir con un tratamiento de "pastillas para una posible reacción y una pomada durante una semana".