Una disputa de años en el barrio de As Guindeiras (Achas-A Cañiza) terminó ayer en un baño de sangre. José Luis V.A., de 51 años, atacó con una desbrozadora encendida a su vecino Carlos Álvarez Estévez, al que causó numerosas heridas, algunas de ellas muy graves, sobre todo en la cabeza, y a su hija Jéssica, de 22 años, a quien le rebanó dos dedos y le produjo serias heridas en la cara cuando ésta trataba de defender a su padre. El hombre fue detenido y trasladado al cuartel de la Guardia Civil del municipio. El ataque se produjo sobre las 11:00 horas en un camino público, al lado de las casas de ambos. José Luis siguió con la desbrozadora encendida a su vecino durante al menos 50 metros con la intención de atacarle a lo que Jéssica le salió al pasó y el agresor le golpeó con la desbrozadora en la cara y las manos, al parecer amputándole dos de sus dedos.

Según testimonios vecinales, cuando Carlos vio que atacaba a su hija se dio vuelta y fue entonces cuando el detenido le alcanzó, agrediéndole con saña y causándole numerosas heridas con el cabezal de la desbrozadora en su frente y cabeza, daños de pronóstico de muy grave. Al poco acudieron otros vecinos que se encontraron un espectáculo dantesco, propio de una película de terror. Carlos Álvarez se encontraba tirado en el suelo, convulsionando mientras su hija Jéssica pedía auxilio. Todo el camino estaba ensangrentado pues el ataque fue tan brutal que Carlos perdió mucha sangre.

Tras ser avisado el servicio de emergencias, se personó en el lugar de los hechos una ambulancia que trasladó a la joven al hospital y a su padre en el helicóptero medicalizado con base en Ourense al hospital Alvaro Cunqueiro, según informó el 112.

Emerxencias de Galicia también informó que fue un particular quien dio la voz de alarma e indicaba en su relato que un señor estaba sangrando en el suelo. Desde el Centro de atención a Emerxencias se pasó el aviso a Urxencias Médicas y a la Guardia Civil.

José Luis V.A. fue detenido por la Guardia Civil en su casa pocos minutos después y trasladado al ambulatorio de A Cañiza y posteriormente al cuartel de la localidad.

La "guerra abierta" entre las dos familias, tal y como la calificó un vecino, viene de hace muchos años, y esta relacionada con derechos de paso, lindes y caminos. Algunas de estas disputa llegaron al Juzgado e incluso el Concello de A Cañiza tuvo que intervenir por una denuncia sobre las cuadras de los caballos de uno de ellos.

Con las casas pegadas, lejos de existir la deseada buena vecindad, "había odio". José Luis V.A. no reside permanente en Achas, ya que su vivienda habitual está situada en la ciudad de Vigo pero acudía algún fin de semana y algunos días sueltos para cuidar de esta segunda residencia y demás propiedades. Según comentan otros vecinos, a pesar de que los domicilios estaban pegados solo se hablaban para discutir o no se dirigían la palabra.

Carlos es un hombre muy conocido en A Cañiza, ya que junto a su mujer Rosa, regentan un puesto de pescado en la plaza de abastos "Pescados Carlos". Por otra parte los hechos ocurrieron en un día de celebración, Jéssica terminó su licenciatura en derecho, y ayer preparaban en casa la comida para celebrar la graduación.

Al cierre de esta edición, Carlos Álvarez se encontraba en estado crítico, mientras que a su hija -permaneció siete horas en el quirófano- trataban de reimplantarle algún dedo y reconstruirle la cara.