El joven que dejó ciego de un ojo a otro tras propinarle un puñetazo fue condenado a tres años de prisión y a pagar una indemnización de 63.000 euros. La Audiencia Provincial de A Coruña consideró que la intención del procesado no era causarle esa lesión a la víctima, por lo que rebajó la pena de 9 años que pedía la Fiscalía.