La Guardia Civil de A Coruña ha interceptado en el marco de una campaña de control de alcohol y drogas al volante a un conductor que dio positivo cuando circulaba con sus hijos menores en el vehículo y otro se quedó dormido cuando se sometía a la segunda prueba de alcoholemia tras dar positivo en la primera.

Según ha informado el Instituto Armado, con motivo de la campaña de alcohol y drogas 'Tispol' que ha realizado la Dirección General de Tráfico (DGT) desde el 5 al 11 de junio de 2017, el Subsector de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de A Coruña ha controlado a 5.901 conductores, de los cuales 81 han resultado positivo en alcoholemia y 36, en drogas. A todas estas personas que resultaron positivo en las distintas pruebas "se les confeccionó las respectivas denuncias administrativas o atestados para la autoridad judicial correspondiente, según el alcance de las mismas", según ha explicado la Benemérita.

En los controles efectuados en las proximidades de Santiago, resultó positivo en alcoholemia el conductor de un turismo que en la primera prueba arrojó un resultado de 1,22 miligramos de alcohol por litro de aire espirado y la segunda "no fue capaz a realizarla", al quedarse dormido en el desarrollo de la misma, por lo que tuvo que "ser despertado por el componente del equipo de Atestados que le practicaba la prueba".

"Ante la preocupación por parte de los agentes intervinientes por el estado de esta persona, se vieron obligados a requerir los servicios sanitarios", según indica el Instituto Armado, que concreta que finalmente fue trasladado en ambulancia al Hospital Clínico de Santiago.

Denuncia

Por otro lado, el conductor otro turismo, en las inmediaciones de A Coruña, fue denunciado mediante llamada telefónica de su exmujer, que advirtió de su estado ebrio y de que pretendía conducir para devolver a los hijos de ambos, a su cargo este fin de semana, a la madre.

Una vez se montó el dispositivo para localizar al vehículo dio como resultado positivo poco después al ser localizado el conductor con los menores en el interior del turismo por una patrulla del Destacamento de la Agrupación de Tráfico de A Coruña.

El conductor fue sometido a las pruebas de alcoholemia, en las que se obtuvo 0,98 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en la primera y en la segunda 1,01.

Por ello, fue inmovilizado el vehículo y se elaboraron las diligencias dirigidas al juzgado de guardia de A Coruña, mientras que los menores fueron entregados a su madre, que se había trasladado al lugar de la inmovilización. La Guardia Civil de Tráfico recuerda "la incompatibilidad de la conducción bajo los efectos del alcohol o/y de las drogas", por "el gran peligro que supone para el propio conductor, así como para el resto de los usuarios de la vía".