La Agencia Tributaria desplegó ayer una macrooperación en toda España contra el fraude fiscal y la economía sumergida en el sector de la importación, distribución y venta de productos procedentes de China. El operativo, de carácter administrativo y que por ello no implicó arrestos, supuso el registro de 61 naves de polígonos industriales de 11 comunidades, entre ellas Galicia. Concretamente, estas últimas inspecciones se centraron en 7 naves de la localidad pontevedresa de Mos y su área, según informaron fuentes oficiales, que confirmaron que los funcionarios se incautaron de documentación tanto en papel como en formato electrónico. En otros puntos del país el dispositivo fue muy visible en zonas como Cobo Calleja en Fuenlabrada (Madrid), El Carrús en Elche (Alicante) o Badalona Sud en Barcelona.

Con el operativo, bautizado como Dragón y desplegado de forma simultánea en todo el país, Hacienda se garantizó el efecto "sorpresa" que busca en una actuación que tiene como objetivo final, afirman las fuentes, "intentar corregir al sector en su conjunto". Concretamente, fueron más de 370 funcionarios de la Agencia Tributaria los que participaron en unos registros que suponen el inicio de actuaciones inspectoras sobre 66 sociedades y 6 personas físicas, entre ellas socios o administradores de dichas empresas. En algunos puntos del país se contó con la colaboración de Policía Nacional, Guardia Civil o los Mossos d'Esquadra.

Las actuaciones de la operación arrancaban así ayer con la personación de la Inspección Tributaria en las sedes de las empresas y naves industriales para acceder a la documentación e información contable y auxiliar real, incluidos los sistemas electrónicos de procesamiento de la información.

Los investigadores de Hacienda estiman que los polígonos afectados distribuyen más del 50% de todas las mercancías que entran en España procedentes de China en diversos segmentos de los sectores del textil, calzado, juguetes, pequeño menaje y papelería, entre otros.

Estas sociedades venían declarando un margen de explotación -beneficios sobre cifra de negocios- de apenas el 1,7% de media, 20 veces inferiores a los estimados para el conjunto del sector, dado que las investigaciones previas vienen a determinar que el margen real en la actividad de importación y distribución de este tipo de productos ronda el 40%.

Según la Agencia Tributaria, muchas empresas realizaban operaciones millonarias y ampliaban su negocio mientras declaraban pérdidas de forma sistemática. A su vez, en inspecciones previas de otras empresas del sector se pudo comprobar que el 70% de las ventas y compras eran en 'B', proporción casi coincidente con la del uso en efectivo.

De hecho, se constató la existencia de gran movimiento de efectivo, ingresado en cuentas bancarias que los investigadores denominan patera, dado que sirven de instrumento para que distintos empresarios, sin necesidad de estar conectados, envíen remesas de efectivo a sus proveedores en China o a otras cuentas de ellos mismos en su país.

Facturación

También se detectó una doble operativa con la facturación. Por un lado, cuando sus clientes no les exigen factura, vendían en 'B'. Y cuando realizaban ventas a tiendas y negocios que declaran correctamente, compensaban el sobrecoste de los impuestos generados por estas ventas con facturas falsas para incrementar ficticiamente sus costes.

Hacienda detectó que empresarios minoristas y distribuidores acudían a cargar mercancía con sus vehículos, efectuando en efectivo una parte significativa de los pagos. Una circunstancia que será investigada. Las inspecciones de ayer podrían derivar en sanciones administrativos o en diligencias penales, según el fraude que se detecte.