"La esperanza de que se produzca una detención es remota", afirma el portavoz de la familia de Socorro Pérez, Jesús María Pérez Barreiros, cuando se cumplen dos años del hallazgo del cadáver de la ourensana de 43 años en el entorno del seminario de Ourense. Habían pasado 34 días desde su desaparición y el transcurso de tanto tiempo eliminó pruebas que habrían facilitado la detención del presunto sospechoso. Hoy, dos años después de que unos cazadores encontrasen los restos semiocultos entre los matorrales, la familia está abatida, desesperanzada y "con el ánimo por los suelos".