Dos años de retirada del carné de conducir y 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad. Esta es la pena que aceptó ayer el camionero redondelano amionero redondelanoque fue cazado hace una semana en la A-52, a la altura de Ponteareas, superando once veces el límite máximo de alcohol permitido para el tipo de vehículo que manejaba. Su abogado defensor remarcó que la elevada tasa fue producto de la "reacción" que le provocó la ingesta de alcohol con la toma normal de medicamentos para la epilepsia. A raíz de estos hechos, el varón fue despedido de la empresa para la que trabajaba.

El redondelano J.J.O.C., de 42 años, compareció ayer en el Juzgado de Instrucción 3 de Ponteareas para la celebración de un juicio rápido que se resolvió con un acuerdo entre las partes. Su defensa, ejercida por el letrado Luis Orge, valoró "positivamente" la pena de dos años de retirada del carné para evitar las consecuencias del artículo 47 del Código Penal en el sentido de que si esta prohibición de conducir vehículos a motor excediese de esos dos años, ello supondría la pérdida de vigencia del mismo y tendría que volver a sacarse el permiso finalizado el plazo.

El letrado también remarcó que la alta tasa de hasta 1,69 que presentaba el redondelano cuando fue interceptado por la Guardia Civil fueron resultado de la mezcla de los medicamentos que tiene prescritos y el consumo de alcohol de ese día, concretamente, según alegó, unos vasos de vino y unos chupitos en la comida. El abogado puntualizó que el varón está recibiendo tratamiento para la epilepsia y toma Trankimazin, lo que hizo que el alcohol le subiese más y le hiciera "una reacción".

Orge quiso remarcar una vez terminó la vista que su cliente circuló tan solo durante 18 minutos por esta autovía y que fue interceptado en el área de servicio por los agentes de Tráfico cuando, dijo, ya se encontraba a punto de detener el camión. De hecho, indicó el abogado, el atestado reconoce que estaba tranquilo y hablaba, cuando con una tasa próxima al coma etílico, una de las más altas detectadas en Galicia en los últimos años, "debería estar en el suelo".

La defensa del transportista también aclaró que no se le han imputado delitos de conducción temeraria ni daños personales, sino solo de conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas.

Los hechos por los que J.J.O.C. fue juzgado se remontan al pasado 23 de mayo, cuando multiplicaba por once la tasa máxima de alcohol permitida para chóferes de mercancías en la A-52 a su paso por el municipio pontevedrés de Ponteareas. La prueba de alcoholemia arrojó un resultado de 1,69 y 1,63 mg/litro, que se encuentra muy por encima del límite de 0,15 fijado. Por ello, se le inmovilizó la cabeza tractora del camión, con la que pretendía viajar hasta Francia, y se le instruyeron diligencias en el juzgado ponteareano.

Casi 24 horas después de que fuera detenido, el camionero de Redondela quiso recuperar la cabina de su vehículo. Sin embargo, no pudo hacerlo ya que al serle practicado un nuevo test, el resultado fue de nuevo elevado: 0,44 mg/litro, el triple de lo legalmente permitido. Tuvo que ser otro conductor el que se llevase la cabeza tractora del camión. Del semirremolque con la carga de piezas con las que iba a Francia se hizo cargo el mismo día del suceso otro chófer para proseguir la ruta que tenía establecida.