"Jamás en mi trayectoria profesional me encontré con un conductor que superase más de diez veces la tasa de alcohol". Quien se expresa así es Miguel Cruz Trillo, jefe accidental del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Pontevedra y responsable desde 2011 del Destacamento de Tráfico de Porriño. Con sus palabras se refiere al caso de J.J.O.C., el camionero redondelano interceptado el martes en la autovía A-52, a la altura de Ponteareas, con un registro récord, el más elevado en años en Galicia: arrojó una tasa de 1,69, muy por encima del límite de 0,15 fijado para chóferes profesionales. Y casi 24 horas después, ya el miércoles, al ser sometido a una nueva prueba ya que quería hacerse cargo de la cabeza tractora del tráiler, el nivel de alcohol en sangre seguía siendo sorprendentemente alto: el resultado fue de 0,44, el triple de lo permitido. Ante esta situación, no se le permitió ponerse al volante. Fue finalmente otro conductor el que ayer se llevó la cabina del vehículo. Del semirremolque con la carga de piezas con las que se dirigía a Francia ya se hizo cargo el mismo martes otro chófer para seguir la ruta.

La alerta de este caso se recibió a las 17.55 horas del martes. Cruz Trillo agradece aquí la siempre importante colaboración ciudadana. Un automovilista les telefoneó ya que detectó la conducción errática del camionero. "Iba haciendo zigzag, era una situación evidente; el conductor que nos avisó siguió circulando detrás de él y fue dándonos indicaciones", cuenta. Varias patrullas del destacamento que dirige este teniente se movilizaron y se logró interceptar al chófer rápido: "Cuando nos avisaron circulaba por el kilómetro 303 y lo detectaron en el 292".

Tras interceptarlo, los agentes, a través del tacógrafo digital del camión, comprobaron que el chófer llevaba circulando 18 minutos, el trayecto que discurre entre Mos y Ponteareas. El conductor guiaba un vehículo articulado de 38 toneladas cargado de piezas y su destino era Francia. Los síntomas de embriaguez que presentaba, relata el teniente, eran evidentes. Y la prueba de alcoholemia dio un resultado de auténtico récord: 1,69 la primera vez y 1,63 a continuación.

El conductor, al que se atribuye la presunta comisión de un delito contra la seguridad vial por el que debe comparecer la próxima semana en un juicio rápido en el Juzgado de Instrucción 3 de Ponteareas, alegó antes los agentes que solo había bebido tres vasos de vino en la comida. Y restó importancia a que hubiese dado una tasa tan alta. "No maté a nadie", argumentaba.

¿Cuánto se ha bebido para dar un registro de estas características? "Para llegar a tasas así hay que beber durante mucho tiempo; y alcohol de alta graduación", señala este responsable, que advierte sobre las consecuencias de conducir en estas circunstancias, sobre todo cuando el vehículo que se guía es uno de gran tonelaje. "El peligro es enorme; ante una salida de vía, con un camión de esas características se saltaría las medidas de contención de la vía y podría acabar en el sentido contrario; o al encontrarse con una retención no tendría reflejos suficientes para parar...", explica.

En lo que va de año en los viales de la provincia pontevedresa la Guardia Civil de Tráfico detectó a 1.409 conductores que dieron positivo en alcohol: a 1.176 se les denunció por vía administrativa y contra otros 233 se cursaron diligencias que acabaron en el juzgado ya que dieron más de 0,60. Cruz Trillo destaca que, al menos en el sur de la provincia pontevedresa, es muy excepcional que conductores profesionales, de transporte de viajeros o de mercancías, den registros positivos. "Afortunadamente no es lo normal", afirma.