El Servicio de Vigilancia Aduanera interceptó a escasas millas náuticas del cabo de Gata, en Almería, un velero cargado con 12 toneladas de hachís, la mayor incautación realizada en una embarcación de recreo. Sus dos tripulantes de nacionalidad holandesa fueron detenidos. La elevada cantidad de fardos que cargaba sumada a las adversas condiciones de la mar ponían en "serio riesgo" la flotabilidad del velero, próximo a hundirse.

El operativo de inició en la madrugada del martes, cuando el helicóptero del servicio de Aduanas de la Agencia Tributaria localizó varias embarcaciones semirrígidas de las que habitualmente se emplean en el transporte de estupefacientes en el mar de Alborán. Ante la sospecha, se realizó un seguimiento a ambos navíos y pudo observarse como la carga que transportaban era alijada en un velero bajo el nombre de Mónica, que simulaba portar bandera griega.

Tras un primer reconocimiento del velero, se comprobó que el pabellón que portaba era falso por lo que Vigilancia Aduanera procedió a su detención a 67 millas náuticas al sureste del cabo de Gata. Al ser intervenido se intentó su trasladado al puerto de Almería, pero el fuerte viento imposibilitó esta maniobra ante el riesgo de hundirse la embarcación con los fardos de hachís que portaba. A su llegada al fina a puerto, sus dos tripulantes fueron arrestados, la droga descargada y la embarcación custodiada por agentes de Viligancia Aduanera.

Este velero realizaba la conocida como ruta del Mediterráneo Oriental, empleada por organizaciones del norte de África para transportar importantes cantidades de hachís en barcos mercantes para su almacenamiento y posterior distribución hacia Europa.