Caso Abierto - Faro de Vigo

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Una investigación sobre entrada irregular de extranjeros en España

Un calvario de 14.000 kilómetros hasta Vigo

Una dominicana captada por una red de inmigración ilegal sufrió un largo periplo hasta llegar a la urbe olívica - Tuvo que prostituirse para abonar la deuda -El caso llegará pronto a juicio

Un largo viaje que se prolongó la friolera de más de 14.500 kilómetros bajo el control de todo un entramado dedicado a la inmigraciónDesde su República Dominicana natal hasta España, pasando antes por Turquía y Grecia, país este último al que fue conminada a entrar por un paso clandestino -burlándose así el control de fronteras en el espacio Schengen de la UE - tras tres días caminando por montes. Su destino final era Vigo, pero ahí no acabaron sus adversidades: una compatriota dedicada presuntamente a introducir ilegalmente extranjeros en España, la misma que la había captado y convencido para viajar a la urbe olívica, la alojó con ella, le exigió el pago de una deuda y la llevó a ejercer la prostitución para quedarse con parte de sus ganancias.

La pesadilla vivida por esta dominicana en ese viaje y durante su larga estancia en Vigo ya tocó a su fin. En la actualidad tiene la condición de testigo protegida en el proceso judicial que llevará al banquillo a Miriam Dilenia B.H., la mujer de 40 años originaria de Santo Domingo y afincada en la urbe olívica que la habría captado. La Fiscalía concluye que la procesada se dedicó durante cinco años a "favorecer" la entrada ilegal de extranjeros en España, sobre todo vía Turquía. Junto a esta actividad ilícita, "facilitaba" a algunas de las mujeres el ejercicio de la prostitución -les exigía parte de lo que obtenían con cada servicio- y concertó parejas de hecho fraudulentas para perpetuar la "permanencia ilegal" en España de extranjeros en situación irregular a los que había traído.

Esta investigación del Juzgado de Instrucción 6 de Vigo ya finalizó y el caso está próximo a juicio. La Fiscalía presentó hace un mes su escrito de calificación provisional, en el que pide que Miriam sea condenada a 4 años de cárcel por la presunta autoría de tres delitos: uno de favorecimiento de la entrada, tránsito y permanencia ilegales de extranjeros realizado con ánimo de lucro, otro de grupo criminal y un tercero de coacciones. El Ministerio Público también pide que abone 3.000 euros a la testigo protegida por los "daños morales" que le causó.

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¿Cuál era el modus operandi de la acusada? La fiscal concreta que de forma "continuada" -desde 2011 y hasta su arresto en 2016 por el grupo UCRIF de la comisaría viguesa- se dedicó a la inmigración ilegal, sobre todo de compatriotas suyos dominicanos. Así, tras captar a extranjeros en sus países, los instruía sobre "el viaje y el itinerario", así como sobre la forma de "burlar los controles" en la frontera con el espacio Schengen -el territorio formado por los 26 países europeos que abolieron los controles inmigratorios en sus fronteras comunes-. Ya en Vigo, empadronaba a esas personas en pisos en los que ella vivió en calles como Urzáiz, Burgos o Badajoz -en el escrito se cita a diez víctimas-, exigiéndoles el pago de una deuda por las gestiones realizadas para traerlos a España y regularizar su situación.

Con este proceder, detalla el Ministerio Público, la acusada "favoreció la entrada y permanencia irregular" de extranjeros que carecían de visado o permiso de residencia y que llegaron a España aparentando ser turistas. Aunque viajaban con billetes de vuelta para su país, la "verdadera intención" era "quedarse y permanecer" en España.

En avión, a pie y en bus

La fiscal se detiene en el caso de la testigo protegida. Y según el relato que hace, fue en junio de 2011 cuando la acusada contactó con esa mujer cuando esta última aún se encontraba en su República Dominicana natal. La "convenció" para viajar a Vigo y la instruyó sobre "la forma más eficaz" de burlar las fronteras en el área Schengen, con el apoyo de una red asentada en Turquía y Grecia que mediante el abono de dinero "le aseguraban la entrada en España". Para ello, la procesada alertó a una persona de esa organización -apodada La Chary- con la que a su vez contactó la víctima: ésta, siguiendo sus indicaciones, tramitó el pasaporte y compró un billete de ida y vuelta para Estambul (Turquía).

Tras llegar a ese país en avión se alojó en un piso de la red donde coincidió con otros extranjeros en idéntica situación. Y tras ser despojada de su documentación, ella y otros inmigrantes guiados por un ciudadano africano caminaron durante tres días por montes y cruzando un río hasta llegar a la frontera con Grecia -entonces considerado punto negro en lo relativo a la entrada de inmigrantes ilegales en la UE-: accedieron a ese país por un paso clandestino.

Ya en Atenas, le dieron su documentación y un billete de avión para Santo Domingo con escala en Madrid. El plan era que una vez en Barajas no cogiese el otro vuelo, entrando así ilegalmente en España. Así lo hizo. Y tras seis horas de autobús llegó a Vigo, a casa de la acusada. Ésta le exigió el pago de deudas "por manutención y por favorecer su estancia en España". La "llevó" a ejercer la prostitución en un club en O Calvario, así como en su propio piso. Todo ello con "presión permanente" para que le diera parte de sus ganancias, lo que causó a la víctima un estado de "miedo" y episodios de ansiedad y depresión.

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