Un acosador se sentará hoy en el banquillo de los acusados del juzgado de lo Penal 1 de Oviedo por enviar en sólo tres meses un total de 3.286 llamadas y mensajes, algunos con fotografías obscenas, a una comerciante de Oviedo. La mujer, a la que conocía y con la que nunca había tenido problemas, tuvo que recibir tratamiento psicológico.

La Fiscalía sostiene en su escrito que el propósito del acusado era el de "denigrar a la víctima, inquietarla e impedir que llevara una vida tranquila y sosegada". "Cuando llamaba y advertía que la víctima descolgaba, esperaba en silencio unos segundos, tras lo cual colgaba sin decir nada", asegura el fiscal. Y añade que "los mensajes, al menos en 31, contenían expresiones insultantes, despectivas y soeces". Además, "con los mensajes también remitió 50 fotografías obscenas con explícitas escenas sexuales y con ocasionales alusiones a ella". En estos mensajes, el ahora acusado se autodenominaba "Acosador", según el fiscal.