La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, acogió esta mañana la vista de conformidad del caso de la menor captada en Nigeria y que fue obligada a ejercer la prostitución en Madrid. La joven, que tenía 17 años cuando viajó desde su país a España, fue sometida a rituales de vudú, algo habitual en Nigeria entre las redes que se dedican a la trata de blancas y explotación sexual. Tras su estancia en Madrid, viajó a Vigo en autobús, donde relató su calvario a un hombre que denunció los hechos y posibilitó la liberación de la chica cuando estaba en un piso en la zona viguesa de O Calvario.

La principal acusada, Rachel E., de origen nigeriano, se enfrentaba inicialmente a 10 años de cárcel, mientras que su hermana, B.E., residente en Vigo, afrontaba 9 años y medio. Sin embargo, el procedimiento se zanjó finalmente con un acuerdo de conformidad. Rachel, que sigue en prisión provisional, aceptó 6 años de cárcel y multa y su hermana fue absuelta tras retirar la Fiscalía la acusación contra ella al estimar que no tenía constancia de las circunstancias del viaje de la víctima ni de las coacciones que sufría.

La condenada debe indemnizar a la víctima con 3.000 euros. Los delitos por los que es sentenciada son uno de inmigración ilegal y otro de trata de seres humanos en concurso con otro de prostitución coactiva. Se le aplica la circunstancia atenuante de reparación del daño cualificada para todos los delitos.