El atropello el pasado fin de semana de un grupo de ciclistas en la localidad valenciana de Oliva, con resultado de dos víctimas mortales y tres heridos de gravedad -uno de los cuales fallecía ayer jueves- ha hecho saltar las alarmas en la opinión pública.

Pero lo cierto es que la accidentalidad con bicicletas implicadas no es un problema nuevo (40 siniestros cada semana del año 2015) y, en opinión de la Asociación Española de la Carretera (AEC), requiere de medidas eficaces, de rápida implantación y bajo coste que permitan compensar la vulnerabilidad del ciclista respecto a los usuarios de los vehículos motorizados. Más aún cuando aumenta, año tras año y de forma exponencial, el número de aficionados a la bici en España, ya que la Dirección General de Tráfico prevé que en 2020 habrá un millón de bicicletas más en circulación.

El titular de la DGT, Gregorio Serrano, revelaba esta misma semana algunas de las actuaciones que se propone acometer para hacer frente a la siniestralidad que aqueja al colectivo ciclista, tales como señalizar 49 nuevas rutas seguras para bicicletas y aprobar un Plan Especial de Protección y Seguridad para Vías Ciclistas.

Señal de limitación de velocidad variable para prioridad ciclista

El problema de inseguridad está asociado a la confluencia, en tiempo y espacio, de tráficos de diferentes características: vehículos ligeros junto a otros de gran tamaño y peso, a los que, además, se suman vehículos de tamaño y peso reducidos, como las bicicletas; velocidades de circulación elevadas frente a velocidades reducidas vinculadas a la acción de pedalear; protección que proporciona el vehículo frente a la vulnerabilidad del usuario de la bicicleta…

En estas circunstancias se producen situaciones de conflicto en la circulación, incrementándose el riesgo de colisión o atropello y generando verdadero peligro para el usuario más débil: el ciclista.

Pero eliminar este tipo de situaciones es posible. La Asociación Española de la Carretera propone reducir el límite genérico de circulación de los vehículos motorizados en itinerarios con elevado tráfico ciclista y durante los períodos de mayor circulación de bicicletas (por ejemplo, sábados y domingos, a las horas de mayor tránsito). Una medida de rápida ejecución y bajo coste que se llevaría a cabo mediante la instalación de señales de limitación de velocidad variable para prioridad ciclista.

El ejemplo de la propuesta de AECC

En una carretera convencional (de un carril por sentido) con alta circulación de ciclistas y poco tráfico de vehículos motorizados, se podría limitar la velocidad de circulación de éstos últimos a 50 km/h durante ciertas horas del fin de semana; una medida que mejoraría notablemente las condiciones de seguridad de los ciclistas con una afección mínima al resto del tráfico.

La actuación pasa por definir, en coordinación con las Federaciones Regionales de Ciclismo, la localización de los itinerarios más frecuentados por los usuarios de bicicletas, para realizar posteriormente un análisis exhaustivo de las condiciones de la vía, el equipamiento, su entorno, el tráfico, etc. y garantizar la viabilidad de su implantación, cuya efectividad dependerá también de la implementación de medidas efectivas de vigilancia y control.

La Asociación Española de la Carretera cifra en alrededor de 9.000 € el coste de la instalación de estas señales en tramos de cinco kilómetros, puesto que sería preciso recordar la obligatoriedad de la limitación de velocidad cada cierto tiempo.

Con esta propuesta, la AEC se suma a la campaña #SlowDown de Naciones Unidas, que promueve la reducción de la velocidad de los vehículos motorizados en algunas carreteras y bajo determinadas circunstancias, con vistas a mejorar la seguridad de los usuarios más vulnerables.