Cuando se cumplen dos semanas de su ingreso preventivo en el penal de A Lama, el hostelero vigués investigado por varios delitos contra la libertad sexual a al menos 15 menores, C.V.I., de 40 años, regresó a los juzgados de Vigo para declarar ante la magistrada del Juzgado de Instrucción 6 de Vigo tras haber solicitado la defensa su puesta en libertad. El investigado, que solo respondió a preguntas de la fiscal y su abogado, volvió a negar su vinculación con los hechos y reiteró que los chicos con los que se relacionaba eran mayores de edad, según se desprende de la investigación.

Aún así, sí manifestó ser testigo en el local de restauración del que era gerente, de determinadas conductas impropias protagonizadas por muchachos jóvenes que acudiían al local, que sin embargo, apostilló, no concedió importancia. Tras poco más de una hora de declaración, al filo de la una de la tarde, tanto la representante del Ministerio Fiscal como la acusación particular ejercida por tres familias de menores víctimas de supuestos abusos instaron la prórroga de la prisión preventiva, medida que sería decretada finalmente por la juez instructora.

Si bien la causa se sigue por varios delitos contra la libertad sexual a menores, será la investigación policial y judicial que se está llevando a cabo la que revele el alcance de estos supuestos ilícitos que podrían discurrir entre abusos, exhibicionismo, provocación o corrupción de menores. Los archivos de imagen y vídeo recopilados de su teléfono móvil -en especial del grupo de WhatsApp integrado supuestamente por 15 adolescentes- y ordenador personal, todavía están siendo analizados por los agentes a cargo del caso, por lo que es pronto para determinar su calificación.

Lo que sí ha trascendido de la investigación es que son actualmente ocho los menores que sí han presentado una denuncia contra este hostelero, cifra que podría incrementarse ya que, como adelantó FARO, la Policía Nacional sospecha que las posibles víctimas del presunto pederasta vigués podrían ascender a la treintena. Y no todos tendrían edades inferiores a los 18 años, ya que según ha podido saber este periódico, habría al menos un joven de 20 años que estaría estudiando si interponer denuncia contra C.V.I. por estos ilícitos, indicativo de que los supuestos abusos podrían haberse iniciado varios años atrás.

Fueron sus continuos viajes a bordo de su flamante yate o en su Maserati descapotable siempre con niños los que levantaron la sospecha de un agente de policía, quien decidió hace poco más de dos meses ponerlo en conocimiento de la de la U.F.A.M., que procedió a su detención el pasado 19 de abril. Según la Policía Nacional, C.V.I. ofrecía a los adolescentes ver películas pornográficas en su casa e incluso los emborrachaba para abusar sexualmente de ellos.