La sorpresa fue grande este lunes para los automovilistas que circulaban por Carrizal y encontrando en mitad de la calle a un hombre que gritaba: "Me desamarren de esto". Estaba con las manos atadas, con manchas de sangre en el rostro y con un lazo en el cuello.

Se trata de un vecino de Ingenio, con antecedentes policiales, que con las manos atadas y con sangre en la cabeza, pedía auxilio en la tarde de este lunes a varios conductores en una calle céntrica de Carrizal. Este hombre aseguraba que fue víctima de un secuestro durante unas cuatro horas, que fue atado y golpeado, y que había sido llevado a una cueva del barranco de Guayadeque, pero que había finalmente logrado escapar.

Según fuentes próximas al caso, no se descarta que esté relacionado con un ajuste de cuentas por deudas económicas, pero este lunes por la noche no se había confirmado como cierta esta versión dada por la víctima.

Desde un principio no quería desvelar a la Policía Local quiénes supuestamente habían sido los autores. Sin embargo, horas más tarde dio a la Guardia Civil los nombres de tres personas del municipio, que también tienen antecedentes y que son conocidos por las fuerzas policiales, que procedían a la búsqueda y arresto de estos sospechosos acusados de secuestro y agresión.

Según la víctima, había sido secuestrado al mediodía de este lunes y unas cuatro horas después pudo huir y solicitar ayuda. Su aparición en la calle en la calle L H. Pilcher, bajando por la avenida de los Artesanos, fue en torno a las 16.00 horas. Primero fue una conductora la que vio a este hombre, en mitad de la calle, con sangre en la cabeza y pidiendo auxilio. Varias personas tomaron fotografías y grabaron un vídeo.

Después de alertar a la Policía Local, varios agentes acudieron de inmediato al lugar y acompañaron al centro de salud y posteriormente en ambulancia del Servicio de Urgencias Canario (SUC) al Hospital Insular de Gran Canaria, donde fue atendido y se hizo una valoración médica de los supuestas palizas que había sufrido durante el presunto secuestro y encierro en una cueva.

Después de haberlo acompañado al centro de salud y después al Hospital Insular, varios agentes locales se desplazaron a la cueva situada en el barranco de Guayadeque, donde según él había sido metida. Los policías locales dieron cuenta después de no haber encontrado en el lugar algo sospechoso o extraño.

Según indicaron fuentes próximas al suceso, la Policía Judicial de la Guardia Civil será la que continuará con la investigación de este presunto secuestro. Tras haber conseguido que la víctima revelase quiénes fueron los supuestos raptores, este lunes por la tarde se iniciaron las pesquisas de los guardias civiles y de los policías locales para localizarlos y detenerlos.