El único de los hermanos de Sinaí Giménez que permanecía en libertad, Marino, entró ayer de nuevo en prisión. El titular del juzgado número 3 de Cangas, David Pérez Laya, dictó un auto de ingreso en la cárcel ya que el acusado no hizo efectivo el pago de la fianza de 50.000 euros que se le exigía. Según la familia del propio Marino, este se entregó ayer en dependencias de la Guardia Civil de Tomiño al tener constancia del auto judicial.

La decisión del juez fue aplaudida por el abogado de los testigos protegidos, que se había adherido al recurso presentado por la Fiscalía en contra de la puesta en libertad de Marino Giménez, que forma parte del conocido como "clan de Los Morones". "De esta manera se evita que pueda presionar a su entorno para averiguar la identidad de los testigos protegidos y se garantiza que acudirá al juicio", argumentan los letrados.

La familia de Marino Giménez mostró ayer su malestar y oposición a este nuevo ingreso en prisión. "Ayer [por el jueves] vino la Policía a casa y cuando Marino se enteró acudió a la Guardia Civil de Tui y Tomiño, donde le comunican que simplemente es un seguimiento ordenado por el juez de Cangas", explican sus familiares. Ayer viernes, a primera hora, la Policía Judicial volvió a personarse en el domicilio de Marino Giménez, esta vez con una orden de ingreso inmediato en prisión. "No recibimos ningún tipo de notificación y como Marino no estaba en casa le avisamos y se personó él mismo en el cuartel de la Guardia Civil de Tomiño", critican desde su entorno familiar.

La familia de Giménez está especialmente molesta porque en su momento el juez atendió la petición de su puesta en libertad por motivos de salud -padece obesidad mórbida- y sin imponerle fianza. Esa decisión judicial fue recurrida por la Fiscalía y la Audiencia le impuso una fianza de 100.000 euros, que luego se rebajó a 50.000 euros. Los abogados de Giménez intentaron rebajar aún más esa cuantía para dejarla en 10.000 euros. La familia intentó aportar como fianza un piso en Vigo, algo que desde el juzgado no se aceptó. "Exigen el pago de 50.000 euros en efectivo, sin aceptar ningún otro tipo de garantías, tal como previene la Ley, y contradiciendo su primera resolución. Esto no hay quien lo entienda y no tiene perdón de Dios", reprocha el entorno familiar de Marino Giménez.