Un voraz incendio en un piso de un edificio de nueve plantas ubicado en pleno centro de Vigo -en la calle Pizarro- causó ayer gran alarma en la zona, motivó un enorme despliegue policial y obligó a desalojar a los vecinos del inmueble, en cuyo bajo también hay locales comerciales. Incluso se llegó a temer que hubiese personas heridas, pero finalmente no fue así, solo un matrimonio mayor fue atentido por inhalación de humo. Ocurrió al filo de las siete y media de la tarde y el fuego calcinó el salón del piso afectado, dañando el humo seriamente el resto del domicilio. En la vivienda reside una joven que permanecía tapada con una manta -aparentemente bien pero muy afectada por lo ocurrido- junto a otros residentes en la calle mientras los bomberos sofocaban las llamas. "Estaba sola cuando empezó el incendio, no sabía a quien llamar, no sé que pasó, me ayudó un vecino a bajar...", decía entre lágrimas y aún confundida por la dramática situación vivida. La inquilina, K.S.D.S, de 33 años nacida en Brasil, compartía el piso con su pareja pero se encontraba sola en el momento de los hechos.

Las causas del fuego están en investigación. Los bomberos apuntaban ayer en el lugar a que "posiblemente" el origen estuviese en un televisor de plasma y que las llamas se habrían extendido a la zona del sofá. Un matrimonio de 77 y 83 años, residentes en el 5º piso, tuvo que ser atendido por inhalación de humo.

Todo ocurría minutos antes de las 19.30 horas. El piso afectado está en la última planta, en el noveno piso del edificio ubicado a la altura del 47 de la calle Pizarro. Las llamas que salían por la ventana alarmaron a vecinos y viandantes. "Salía fuego y empezaron a caer trozos de persiana", describe una mujer que pasaba en esos momentos por la zona. Alertados del suceso, hasta el punto llegaron bomberos, Policía Local, Policía Nacional, Protección Civil y 061. La joven ocupante del piso pudo abandonar la vivienda y no resultó herida. Varios residentes escucharon sus gritos avisando del fuego y pidiendo ayuda.

Gran alarma

Las decenas de vecinos que residen en este inmueble y que en esos momentos se encontraban en sus casas salieron del edificio. "Empezamos a escuchar a la gente gritar 'fuego' y bajamos por las escaleras", comentaba una mujer. Un hombre ahondaba en que el pasillo se llenó pronto de "humo negro y tóxico". "Apenas se podía respirar", describe. "La Policía nos vino avisando para que desalojáramos", afirmaba otra inquilina, en este caso de la cuarta planta. "Escuchamos mucho ruido y ya salimos; era como una película, había gritos, humo, policías, bomberos...", describía una joven pareja.

Los residentes permanecieron en la calle mientras duraron las tareas de extinción y hasta que no fue seguro regresar a sus casas, lo que se produjo en torno a las nueve de la noche. "Ya volvimos y aunque huele mucho a humo no tenemos daños", afirmaba un vecino que habita en la planta novena, cerca del piso siniestrado. Mientras se mantuvo en la zona el operativo policial el tráfico resultó afectado al cerrarse un tramo de calle.

Se temía que hubiese heridos por la intensa humareda, pero finalmente fuentes policiales lo descartaron: "Solo fueron momentos de miedo de los moradores de las viviendas". Mientras los residentes no pudieron volver a sus casas, los bomberos, que también llevaron el coche escalera, fueron a los pisos de varios para coger sus perros y otras mascotas y ponerlos a salvo.