La vida del exvicerrector de Transferencias de la Universidad de Vigo de 52 años José Antonio Vilán sufrió un giro de 360 grados cuando el todoterreno que conducía Manuel Alonso este fatídico 12 de marzo del año pasado colisionó contra su bicicleta arrojándolo a él contra el asfalto. "No recuerdo absolutamente nada del accidente. Pasé 12 días en coma y cuando me desperté lo primero que le pregunté a mi mujer era que dónde vivía. Había perdido la memoria, no recordaba a las personas, olvidaba los nombres de mis amigos, fue muy duro", relataba el profesor e investigador a FARO.

Su única inquietud en aquellos momentos era saber cuándo podría recuperarse, sin embargo ningún médico se aventuraba a darle una respuesta. "Me acabaron diciendo que serían seis meses de recuperación rápida y dos años de recuperación lenta. Estuve un mes ingresado en el Cunqueiro donde pasé por varias intervenciones; tenía el brazo destrozado y la cara hinchada, mi familia casi ni me reconocía", lamenta este docente.

Tras su paso por el Hospital Meixoeiro y por una clínica en Barcelona en la que estuvo ingresado casi tres meses, explica que siguen siendo muchas las lesiones que padece. "No tengo equilibrio, es como si estuviera borracho todo el día. No siento la parte izquierda de la cara y perdí el olfato", explica Vilán, quien agradece también el apoyo que ha recibido por parte de su familia y amigos. "Por suerte cuento con el apoyo de mi familia y también de compañeros ciclistas que vienen a verme de vez en cuando. Ahora empiezo a dar pequeños paseos en compañía de mi mujer y siempre con bastón. Pero mi vida de antes no la voy a recuperar. Me encantaba ir a mi trabajo y los psiquiatras ya me dijeron que no podría volver a trabajar. El conductor me rompió la vida y se llevó a mi mejor amigo", relataba Vilán.