Centenares de vecinos de Oia han despedido esta tarde a Adrián Araújo, la víctima mortal del accidente de O Rosal que se registró el pasado miércoles y que se saldó con dos heridos de gravedad. El Concello pontevedrés, donde residía el finado, declaró un día de luto oficial. La alcaldesa destacaba ayer que el joven era una persona formada, respondable y muy trabajadora.

Oia estaba conmocionada por el accidente mortal que había acabado con la vida de su vecino. Vecinos y amigos de Adrián sólo tenían ayer buenas palabras para recordarle. "Era un entusiasta joven al que no le asustaba el trabajo y que sabía que la vida es una sucesión de esfuerzos", destacaban varias personas que coincidieron con él en Casa Henriqueta, un restaurante de Oia donde trabajó durante el verano.